Como si la paliza no fuese suficiente, Benito levantó del suelo un ladrillo y se lo arrojó a la cabeza. Le dio de lleno, abriendo un surco en la frente del otro. La sangre dibujó una hoz en el piso, casi un presagio de futuro.
Su mirada ciega lo absorbía todo. Resoplaba por el esfuerzo y sus dientes chirriaban con saña. La muerte se estaba consumando, podía sentirla. Arrojó un puntapié al cuerpo malherido de su oponente haciéndolo rodar hasta el otro lado de la calle.
La cabeza chocó contra el cordón de la vereda opuesta y parte del torso se empapó con el agua estancada. El sonreía y avanzaba cansinamente hasta su contrincante. Nadie encendía las luces en el interior de las viviendas, pero sabía con certeza que estaban allí, observando entre los pliegues de las ventanas con solemne morbosidad.
- Vamos, a ver si ahora podés, dale, probá ahora, dale, probá te digo - le gritaba con fuerza a la figura tendida en el suelo.
No obtuvo respuesta alguna y entonces, soltó una carcajada. El cuerpo tendido sobre la calle gimió de dolor. El barrio siguió en silencio, espiando en la penumbra. El vencedor comenzó a alejarse lentamente. Se iba riendo y no era para menos. Detrás había dejado golpeada y dolorida a la maldita muerte, que sin previo aviso, había ido esa noche por él.
El cuarto cerrado.
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Me molestaba tanto secreto. Mi trabajo como gobernanta de esa enorme casa
desgastaba mis nervios, debía luchar con la cocinera, la planchadora y las ...
Hace 5 días.
7 comentarios:
Me encantan los giros finales de tus textos!
De este lado uno viene leyendo y dice "que turro este Benito ¿cómo va a golpear así" y al caer a quien golpeaba, uno dice "Bendito sea Benito" ja!
Abrazo
Je, buenísimo.
(casi un presagio de futuro)
Abrazo inmenso
SIL
Bien por el valiente!
No me lo esperaba, y te ha quedado breve y contundente.
Besos!!!
La próxima vez que la tal "elementa" se me acerque probaré el remedio de Benito...aunque...ya se sabe que a cada cual le llega tarde o temprano, pero por fabular que no quede...
Eso si que me gustó. No cualquiera sabe darle una paliza a la sin hueso.
mariarosa
Que bueno sería ganarle a la muerte. Me gusta eso que hace de darle un vuelco a sus historias, cuando uno cree estar leyendo algo, usted nos sorprende y cambia la trama para recordarnos que todo es cuestión de percepción. Siempre que vengo por aquí me cuesta marcharme. A veces no he podido comentarle, blogger conspira, y es una lástima porque me agrada mucho su trabajo. Saludos.
Impresionante, me encantó...
El final, de antología.
¡¡ Felicitaciones, Netomancia !!
Sacas petróleo de cada palabra...
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