Acechante, el pasado, se puso a su lado. Lo tomó de la mano obligándole a avanzar.
Así fue que repetió los errores de antaño.
El presente no reaccionó. Y su mañana dejó de existir
El María Teresa.
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Desde pequeño, a Juan lo encandilaba el velero dentro de la botella.
El tío Marcos lo había diseñado, como a muchos otros, aunque ninguno
igualab...
Hace 7 horas.