Mirando vidrieras, te vi mil veces, a veces sonriendo y otras no. Me inventé un juego, haciendo que no iba a mirar y de repente, cuando creía que pensabas que yo no sabía donde estabas, miraba y ahí volvías a estar, sin tiempo a esconderte. Terminé riendo de tu persistencia, de tu afán por estar dónde yo fuera. Hacía rato que no nos reíamos juntos. Me gusta que te sientas así, al menos es síntoma que el pasado va quedando atrás. Y no te tengo rencor, ya te lo dije muchas veces.
El hecho que seas la parte asesina de nuestra doble personalidad no significa que deba amarte menos. Los dos nos descuidamos cuando nos atraparon aquella vez.
Vamos, dejemos eso, que allá hay otra vidriera y si no me equivoco es una armería.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 1 día.
4 comentarios:
muy bueno!
muy tierno y mágico!
abrazos!
Me encanta, Neto, que bajo el dobladillo de cualquier manta se guarde siempre un puñal.
Hola.
Soy de los nuevos...soy de los que ni saben como llego a este sitio en la web...
...pero soy de los que aprecian.
Me gusta este Blog...Saludos!
Está muy bueno lo que escribís!!
A ver para cuando otra historia!
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