Si quería podía ir a toda velocidad y cruzar la calle sin mirar, desplegando los brazos como para anunciar que en cualquier momento se ponía a volar. Se imaginaba ya lanzado en vuelo, sintiendo como las copas de los árboles le hacían cosquillas y su mamá, a los gritos, lo seguía desde muy abajo.
Pero reprimíría aún su despegue, prefería guardar el secreto. Le dijo entonces a su mamá que si, que tendría cuidado, miraría para ambos lados antes de cruzar la calle y no se distraería en su camino hasta el almacén de doña Elvira, en la otra cuadra.
Salió silbando con las manos en los bolsillos de su pantalón corto, la lista de compras en la cabeza, la sonrisa pícara y dos alas pequeñitas asomando bajo su remera.
Ilustración de Ninia Pastelillo
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 1 día.
5 comentarios:
Hayyy es re tierno!!! Puedo hacer un dibujito?
Besotes!
Por supuesto! Sería todo un gusto!
Bueno, me voy a ver que me sale!
Besos!
Ya decía yo que bajo esa fama de asesino serial de personajes literarios se escondía toda la ternura que esquivan los recios para no moquear ante la señora vida...
Que lindo relato, y hermoso el dibujo de Ninia. Siempre es un placer volver por aqui.
Saludos.
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