Hospital. El joven se pasea por el hall de entrada de un lado a otro, nervioso, conmovido. La puerta principal se abre y los padres de su amigo ingresan a la carrera. Los ve, los detiene, les quiere explicar. Es en vano. Los llantos, el reclamo, la imposibilidad de la resignación.
No puede explicarles, porque sencillamente no sabe. No tiene la menor idea de lo que pasó. No sabe cómo pudo enfermarse y morir tan rápido. Ignora cuánto tiempo de vida le queda a él. Solo les dice que habían ido al bosque para ver las estelas blancas que dejaban los aviones en el cielo, porque en aquella parte de la ciudad se pueden observar mejor que en ningún otro lado.
Los padres no quieren escuchar tonterías, le preguntan de drogas, de sobredosis. No dejan que se defienda, para ellos es el culpable. Lo dejan solo, quieren ir a la morgue. El ya no se pasea, ya no está nervioso. Solo desea no haber ido al bosque ni haber mirado nunca hacia el cielo.
El celular vibra dentro del bolsillo de la campera. Nadie suele molestarlo a ese número. Deja entonces a un lado los prismáticos y busca el teléfono entre sus ropas. Mirá por un segundo la pantalla para saber quién lo llama: "Ismael". Su hermano.
- Alejo ¿escuchaste la radio?
- No, estoy fuera de la ciudad ¿por qué?
- Sobre lo que hablás siempre, lo que vos decís, eso de los aviones, de las líneas blancas en el cielo... Alejo, hablaron de eso, de un gran complot, la verdad que no se que creer. Siempre fui reticente a escucharte, creí que era una forma de escapismo que elegías por las muertes de Jazmín y Amanda, pero luego de escuchar lo que acaban de decir, bueno, hace una media hora que estoy meditando sobre este llamado y... tengo miedo hermano.
- Ismael, me estás asustando. ¿De qué hablas? ¿Qué dijeron?
- Tenías razón en todo viejo, desde el principio. Hay gobiernos poderosos detrás de todo, dicen que existe una gran estrategia mundial destinada a un solo objetivo: reducir la población mundial. Eso blanco que dejan esos aviones serían varios compuestos experimentales, algunos de los cuales tienen la misión de generar depresión y malestar entre la gente, otros esparcen virus que van desde la gripe común a variantes más fuertes. Pero también están los más mortíferos, aquellos que dejan a su paso un compuesto con minerales altamente tóxicos, que sirven a fines de control de imágenes satelitales y que al entrar en contacto con seres vivos, los van matando de a poco y que parecería, que si esos seres son además propensos a tener enfermedades, resisten muy poco y mueren en pocas horas.
- Me dejás sin palabras, es lo que vengo investigando desde las muertes de ellas. Te acordás de lo que me dijo Amanda: "Caían telarañas del cielo papá" y a pesar de haber luchado dos semanas, no pudo contra esa rara enfermedad.
- Tenías razón desde el principio.
- Nos están matando Ismael, te das cuenta. Nos están aniquilando.
- En la radio dicen que es para reducir la población mundial, porque los científicos calculan que con el número actual en pocos años más se sentirá la falta de agua, de comida...
- Nos están matando...
- La gente comenzó a salir a las calles en la ciudad. No se que puede pasar cuando esto se vaya difundiendo.
- Hay que hacer algo Ismael. No podemos permitirlo.
- ¿Pero qué?
- No se, pero algo rápido. Porque una de dos, o la gente aúna fuerzas para protestar o se divide e intenta sacar partido del caos que reinará. En todos los casos, ellos seguirán pintando el cielo.
Ya estaba encima de su jeep, poniéndolo en marcha. Cortó la comunicación y salió raudo para la ciudad, dejando detrás del vehículo una estela, pero de tierra.
- Qué día de mierda eh - la aseveración era de Almada, uno de los tantos periodistas agolpados frente al edificio del que horas antes se había arrojado un senador de la nación.
Algunos coincidieron, otros prefieron no escucharlo. Almada era un bocón. Entre los que pensaban eso, estaba Torrales. Escribía para una agencia de noticias extranjera y no para un diario local, por lo que las conveniencias políticas del caso no eran de su incumbencia.
Había estado tomando nota de las versiones circulantes sobre el suicido del senador cuando se enteró por algunos colegas de la gente que había salido a las calles a protestar, aunque no tenía muy en claro el motivo. Según decían, en una radio importante se había dado a conocer una noticia sobre ciertos complots de los gobiernos mundiales. Sonaba como argumento de película e inlcuso escuchó a su alrededor quiénes lo tomaban en broma.
Pero su instinto lo obligaba a mirar más allá de la puerta del edificio, aún vedada para el ingreso de las cámaras, y volver la mirada hacia el lado más céntrico de la ciudad, donde le habían dicho se estaba reuniendo la gente. Y mientras hacía eso, trazaba una línea que pretendía relacionar los dos puntos distantes. Sin embargo se contuvo de hacer algún comentario al respecto.
Cerró su libreta de apuntes y excusándose que tenía una reunión, dejó el lugar. Podía llamar a cualquier colega conocido más tarde y copiar los datos que surgieran de ahí en más. Su Yamaha 250 estaba muy cerca. En el trayecto hacia la misma escuchó comentarios de la gente, hablando de lo que sucedía en las calles.
Pensó en que seguramente sería un movida política o de algún grupo ecologista alarmando al resto sobre los peligros ambientales. Cuando llegó a la zona donde se estaba sumando la gente, se cruzó con un par de colegas.
- César ¿qué pasa? - le preguntó al reportero gráfico de otra agencia.
- En la radio, en el programa de Estevez, se dijo de un complot secreto a escala mundial para el exterminio de dos tercios de la población, para que así la raza humana pueda sobrevivir en el futuro.
- ¿Estevez dijo eso? ¿Que se fumó?
- Eso es lo más raro de todo, no salió en algún noticiero de morondanga, lo dijo Estevez y ese tipo no va a tirar abajo su reputación por una estupidez así, ni lo va a inventar. Si lo dijo es porque una fuente le pasó un dato confiable.
- No te puedo creer. ¿Sabés si alguien ya lo entrevistó o algo?
- Hasta ahora nadie se pudo comunicar y a la radio no podés entrar, recién vengo de allí, está acá nomás, porque debido a los llamados parecen que pidieron seguridad o algo.
- ¿Estevez contratando seguridad?
- Por ahí fue la radio misma.
- Esto me huele mal César y si...
El estallido los arrojó a ambos al suelo. Torrales dio con la cara en el suelo y desde allí pudo ver como la gente que estaba en las cercanías también estaba tirada en el suelo, muchos de ellos golpeados y aturdidos. Los oídos le retumbaban y los sonidos parecían provenir desde el interior de un tubo metálico. Sintió que lo tomaban del brazo. Era César. Tenía el rostro con sangre, seguramente de haber golpeado contra el pavimento. Con un gesto le indicó que estaba bien.
Buscaron con la vista el lugar de la explosión y vieron salir llamas de un edificio a una cuadra.
- ¡Vamos! - gritó Torrales al fotógrafo, notando que su voz parecía venir de otra galaxia - ¡Vamos que si no me equivoco la explosión es en el edificio de la radio donde hace el programa Estevez!
- Enrique, hace una hora que lo escuchamos en la radio y aún no tenemos órdenes, estoy asustado.
- Calma Andrés. No creo que tuviesen un plan para una contingencia de esta magnitud.
- ¿No entiendo, pensarían que jamás nadie se enteraría?
- Acordate de lo que nos dijeron anoche, que algunos de los gases son para manipular a las personas. Seguramente esperaban contar con unos años de ventaja antes de que alguno abriese la boca.
- Tengo miedo, no lo puedo ocultar. ¡Nos van a acusar de cómplices!
- Andrés, cortala con eso. Estamos atados de manos, como miles de otros científicos en todo el planeta. Nos hicieron el cuento y ahora estamos todos pegados, como supongo los políticos que firmaron las autorizaciones. Estoy seguro que nadie sabía lo que firmaba. ¿Oíste lo de Moreyra, el senador? Se suicidó por esto, estoy seguro. Debe haber sido uno de los que metió el gancho en el país.
- ¿Qué va a pasar ahora?
- No se, sinceramente no lo se. Como te dije antes, es el comienzo del fin. Aunque en forma precipitada.
Tres horas después de la noticia
El televisor en el bar estaba con el volumen al máximo. La conductora del noticiero decía en ese instante "la muerte del senador Moreyra ha dejado de ser la noticia del día, porque el caos reina en el centro de la ciudad debido a una noticia vertida por una radio local, que una hora más tarde fue blanco de un atentado con una potente bomba; los periodistas que difundieron la noticia de un extraño complot perecieron en la explosión, como así personal que trabajaba en la radio y en oficinas lindantes; dicha noticia y el posterior atentado ha sido el disparador de cientos de manifestaciones espontáneas en ciudades del país y del mundo, cobrando fuerza lo revelado por esta radio, sobre el posible plan mundial de reducción de la población que se estaría ejecutando en forma silenciosa desde hace un tiempo en distintas partes del mundo y que...
Mira hacia afuera y ve correr a uniformados policiales detrás de los oportunistas de siempre, que aprovechando la movilización de la gente comenzó a saquear locales comerciales. En los rostros ajenos solo ve incertidumbre y miedo. Observa su reloj y sabe que es muy tarde, pero tan solo el comienzo de una nueva era.
Filiberti paga su cerveza y sale a la calle. Se pierde en medio del caos. El mundo ya no es el mismo y es debido a él. Ahora la verdad está afuera y es aterradora.
Continuará...
La Gardenia.
-
Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 10 horas.
6 comentarios:
Prime!!!!!
Bien Neto, nos tienes en ascuas con el tema de las extrañas nubes que dejan los aviones, pero además ahora se mezcla con ataques terroristas a la radio y el misterioso suicidio de alguien con responsabilidades...Espero que pronto conozcamos el desenlace. Yo por si acaso miro antes de salir de casa y si veo un avión me pongo a cubierto...¿será suficiente?
ja,ja. Abrazos!!!
Lo más terrorífico de una historia de estas características no es su porcentaje de ciencia ficción , sino el viso de realidad que la acaricia, como una serpiente.
Ese vaivén entre lo que jamás podría ocurrir y lo que verdaderamente se podría tramar a niveles insospechados por los dueños de los destinos del planeta, es lo que multiplica la atracción al leer los capítulos.
Los gobernantes han demostrado NO tener escrúpulos, han inventado guerras, han atacado sus propias ciudades para robar petróleo, han usado excusas religiosas, etc etc, para devastar, para invadir, con intereses demoníacos, ante los cuáles el Diablo, si existiera, se sonrojaría de vergüenza, o se regodearía, en su caso.
Buenísimo !!!!!!!!!!!!!!
Seguimos expectantes.
Abrazo grande
SIL
Que buena se va poniendo la historia. Se complica, el terror se apodera de la gente y yo sigo sin poder imaginar el final.
Sólo me queda esperar. No tardes mucho.
Saludos
mariarosa
Doña Tinta, por las dudas mire, aún no lo dije, pero esto que escribe, al menos algunas teorías, tienen sustento real. Espero que el final de esas teorías no... bueno, para que voy a contarles mi versión de los hechos, ya la leerán por uds mismos! Gracias!! Saludos!
Doña Sil, ud lo ha dicho, que podemos esperar de los mandatarios mundiales que no hayan hecho ya. Sobrados ejemplos hay. Aquí la idea viene por ese lado, ya verá. Y como decía antes, averigüen del tema y se sorprenderán. Si bien internet es peor que una vecina con ruleros barriendo la vereda, siempre hay indicios de verdad mirando bien. Gracias!! Saludos!
Doña Mariarosa, no desespere, el final llega justo a los tres días de la fecha de publicación del tercer capítulo. Ya está escrito y programado. Gracias! Saludos!
Todo esto de por si, me da un miedito con solo pensarlo...ojalá todo fuese tu increíble ficción.
Me voy pa'rriba a leer el final!
=)
Doña Humo, dicen que algo de esto es en serio, por las dudas...
Saludos!
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