30 de junio de 2020
Modas virales
29 de junio de 2020
Cervecero
28 de junio de 2020
Tecnología
27 de junio de 2020
Hipótesis
26 de junio de 2020
Alimento perfecto
24 de junio de 2020
Lucidez
22 de junio de 2020
Acromatopsia
21 de junio de 2020
En la isla
20 de junio de 2020
Sirenas
19 de junio de 2020
Corte y confesión
18 de junio de 2020
Soñador
De chiquito soñaba con tener una espada. Quizá por eso terminó trabajando en una carnicería, manejando una cuchilla enorme con la que podía hacer los cortes fácilmente.
También soñaba con atravesar mil peligros y rescatar de las garras de un poderoso enemigo a su amada princesa, casi siempre encerrada en un castillo. Por eso quizá cada tarde cruzaba las vías y se mandaba para el otro lado del pueblo, dónde no era visto con buenos ojos, para visitar a su novia.
Claro que lo que siempre deseó, más que nada, fue derrotar a un dragón furioso. Es probable que sea la causa que lo llevó a cortarle la cabeza al padre de su novia valiéndose de su enorme cuchilla, cuando lo descubrió metiéndose a hurtadillas por la ventana.
Ahí anda ahora, prófugo en otros reinos.
17 de junio de 2020
Un cumpleaños
16 de junio de 2020
Casa con escalera
14 de junio de 2020
Diez años
13 de junio de 2020
Búho
12 de junio de 2020
Té bien caliente
11 de junio de 2020
Femme fatale
10 de junio de 2020
Un relato del futuro
8 de junio de 2020
Derrota
7 de junio de 2020
El Capitán
6 de junio de 2020
Piano 4 AM
5 de junio de 2020
Casimiro
Los demás remiseros le tenían odio. Casimiro medía metro veinte y usaba lentes culo de botella. Usaba dos guías telefónicas en el asiento para poder llegar al volante y se ataba un palo de escoba a cada pierna para llegar a los pedales. Hablaba poco y cuando lo hacía era para criticar a los demás.
Cuando aquella noche se accidentó en la bajada a la autopista, ninguno de sus compañeros lo fue a socorrer. Tampoco fueron luego a visitarlo al hospital. Mucho menos a despedirlo en el velatorio.
Mentiría si dijera que alguno pensó que lo echaría de menos. Sin embargo, nadie puede quitárselo de la cabeza. Es que a todos, en algún momento, se le aparece en el asiento de atrás, en el garage de la casa, y más de uno lo encontró dentro del baúl del coche.
Si tan solo fuera un fantasma... pero Casimiro se empeña en presentarse destrozado por el impacto, con colgajos de piel cayendo de a pedazos, dejando su sangre oscura y olorosa, que no se quita con ningún químico, en cada lugar en el que aparece.