La inseguridad había acorralado al pueblo. En pocos meses, el miedo devoró las calles. Los vecinos se hicieron de armas y los disparos comenzaron a escucharse a toda hora. En dos meses apenas si quedaban un centenar de habitantes vivos. Sonrieron entre si y se organizaron para arrasar con todas las viviendas. No quedó nada de valor, ni siquiera alguien que recordara los buenos tiempos. Los delincuentes se marcharon a otro lugar, donde poder sembrar el pánico. El pueblo quedó desierto y sin moralejas.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 5 horas.
4 comentarios:
Es un mal que nos azota.
Van por más.
Van por todos nosotros.
Ojalá a este cuento, haya manera de encontrarle el antídoto.
Un abrazo.
SIL
Y es sin moralejas, porque como decia Marechal en "Megafon":"la moraleja es el culo venenoso de la fábula".
Buen relato, Neto.Con muchas conclusiones para sacar.
No entendo el "van por todos nosotros de la amiga Sil"¿quiénes son "nosotros", quiénes son ellos?¿es fácil discriminarlos y entonces si, encerrarnos lejos de ellos? Porque siempre hubo ladrones, hubo asesinos y ¿Nosotros? ¿Tan distintos somos de "ellos"?¿Crees en serio que el mundo actual se divide tan fácil en nosotros o ellos?
No justifico el delito, que quede claro.Me jode el discurso berreta, barato, hecho sin pensar un poco mas de dos minutos.
¿Entonces ellos mismos eran los delincuentes?
Saludos
J.
Excelente micro...
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