Se veían cada tarde en el mismo bar, desde hacía más de treinta años. Se habían conocido allí mismo, coincidiendo en los horarios.
Con el tiempo se jubilaron, pero siguieron frecuentando el lugar y las charlas, café de por medio. Leían los diarios, discutían sobre política, fútbol y a veces, sobre música.
No compartían los gustos, pero ese era un detalle que convertía sus conversaciones en un placer y casi, necesidad. ¿Cuál era la gracia de charlar con personas que tenían sus mismos gustos?
Al menos, ellos, no le veían sentido. En cambio, era incomparable el hecho de poder criticar una visión política, un cambio económico, las variantes que hizo el técnico de la selección en el último partido...
Solo coincidían en el horario, el lugar y la amistad. Y eso era más que suficiente. Lo demás era la excusa para un diálogo eterno, que jamás tenía un punto final. Era la confrontación constante de ideas lo que les permitía sentirse tan bien entre si.
Se preguntaban a veces como podía ser que se llevaran tan bien siendo tan diferentes en la forma de pensar. Y se reían del hecho de plantearlo, porque no veían por qué deberían llevarse mal justamente por eso.
Se despedían con un abrazo en la puerta del bar, para tomar caminos diferentes. Se verían al otro día y disfrutarían cada instante.
Sus figuras se confunden en la multitud, sin perder aquello que los hace diferentes. El mundo ignora la historia de estos amigos, como tantas otras. Y su existencia, la del mundo, se vuelve cada día más miserable, más egoísta e intolerable.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 14 horas.
15 comentarios:
Esas personas, que se ignoran, están salvando al mundo, aunque nadie lo sepa.
(no lo dije yo, pero viene al caso.)
Un abrazo inmenso
SIL
Una excelente lección que todos deberíamos aprender. Lamentablemente no queremos hacerlo.
http://idasueltas.blogspot.com/
Una maravillosa historia sobre el valor de la amistad. Un ejemplo a copiar. Un abrazo.
Muy linda historia, Neto. Me pregunto si será real, me pareció por lo humano de los dos. Son seres diferentes al común de la gente y es bueno pensar que existen seres así.
mariarosa
Maravilloso Neto. La amistad es una de las cosas mas lindas que nos da la vida.
Y Ojalá que todos seamos un poco como los protagonistas de este cuento, mas tolerantes, mas inteligentes.
Y asi, nos sorprendamos a nosotros mismos, al ver el cambio que produce en el mundo ser así.
Me gusta tu historia sobre la amistad. Me hace recordar que una de mis mejores amigas la conocí en una seie de conferencia a la cual viajé sola y siempre que iba una conferencia me la encontraba. Ahora es una de mis mejores amigas, me gusta tu entrda, un abrazo
Doña Sil, muchas gracias. Al menos dando el ejemplo, no? Saludos!
Don Camilo, gracias. Pocos lo entienden así parece. Un abrazo.
Alma, un gusto verla por aquí. Muchas gracias por el comentario. Saludos!
Doña Mariarosa, no lo dude, en algún lugar del mundo, hay dos personas así. Gracias! Saludos!
Carla, la amistad perdura más allá de cualquier otra relación. Es única, claro que si. Gracias. Saludos!
Mixha, bienvenida. Muchas gracias por lo que decís, es una historia fantástica. La vida nos lleva hacia los amigos y es de agradecer. Saludos!
Pero la realidad es que no es verdad que no tienen nada en común, fíjese: tienen en común el gusto por el encuentro, escuchar (y hasta polemizar con el otro) y las ánsias de volver a verse...
No, tienen mucho en común.
Sino, no serían amigos,claro.
Serían parroquianos,
tipos habituales del mismo bar.
Un afecto entrañable parece unirlos,
así,por eso,exclamo:
tienen mucho en común...¡son amigos!.
Y me animo a decir que
si nada los une, todo los separará.
(ajh, ¡parece un aforismo!)
¡Haga algo Neto, deme a leer otro cuento suyo urgente,con sangre si esposible!
Este estuvo muy bien,
excelentemente escrito y con un mensaje para que la tribuna aplauda de pie,pero...
es una reflexión mas que un cuento.
¡¡¡Deme sus cuentos maravillosos,por favooooooorrrr!!!
Don Felipe, así es, tienen en común lo más importante, que es la amistad. Me pide sangre, bueno, le cuento, en la mesa de al lado donde se sentaban estaba Rumi tomando un café y aparentemente lo estaban buscando unos matones por cierto concurso en el que parece que abandonó. Dicen las malas lenguas que lo boxearon de lo lindo y anda tirado en un callejón.
Y si, ya se lo que piensa. Si está en un callejón que se cuide del Errante.
Un abrazo!
Me super encantó!!!
Netito, con respecto a tu pregunta de la culpa, creo haberte contestado. Pase y lea se le place. Besote de sueño!
=) HUMO
Doña Humo, muchas gracias!!!
Gracias por la contestación, disculpe mi retruque, me la dejó picando :)
Saludos!!!
Siempre lento vos ;)
Vaya que existe esta gente, muchísimas parejas dialécticas y grupos de añares en común. Sin ir más lejos los partidos de fútbol semanales que trascienden calendarios.
Es, realmente, el refugio al que volvemos después de andar todo el día por el mundo.
Saludos Neto.
Cuánta razón don Wilde. El fútbol quizá sea el mejor ejemplo de personas sin nada en común más que la amistad.
Un abrazo!
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