Se sentía viejo, ya sin fuerzas. Otras eran las épocas en las que despertarse era sinónimo de alegría. Casi a desgano recorría la distancia entre sus aposentos y la sala mayor.
Lo fastidiaba la rutina, la falta de originalidad en sus días. Cuando era más joven, al menos tenía la osadía de aventurarse por lugares prohibidos, alimentando su necesidad de asombro.
Pero el tiempo era tirano, para unos y otros, sin ningún tipo de preferencia. Y con su paso, se lleva todo, absolutamente todo.
Por los amplios ventanales del caserón divisaba lejana la noche, con su manto lúgubre enalteciéndola, como la recordaba desde siempre. El aire fresco penetraba con fuerza, traspasándolo.
Sentía en el aire el olor a los campos de lavanda que rodeaban el lugar. Era el aroma de la pena, el que se respiraba cada despertar y a toda hora, el que le recordaba sus años. Era el puñal diario de saberse preso de sus días.
En aquel lugar, a pesar de la oscuridad, se movía sin problemas. Sus pasos retumbaban sobre la madera y eso estaba bien. Ese sonido lo devolvió a la realidad, alejándolo de la ensoñación, del recuerdo nefasto de aquel pasado añorado.
Se miró, de cuerpo completo. Era cierto, estaba avejentado. Pero no por ello había perdido el don de hacer lo que mejor sabía hacer, lo que en realidad, era lo único que sabía hacer.
Y entonces, como buen fantasma que creía ser, subió al primer piso a horrorizar a los sufridos habitantes de la mansión.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 21 horas.
7 comentarios:
Se puede perder la juventud, el cuerpo, el pelo...
pero no las mañas.
Excelente.
El lector camina a tientas hasta el último renglón.
Un abrazo grande, Netuzz
-aquí sigo- rodeada de xeneixes- :)
Felicitaciones. Muy buen texto. Y coincido, caminamos a tientas hasta el último renglón.
Saludos desde Neuquén
¡¡Muy bueno!!
Uno de fantasmas cada tanto te da categoría, no lo olvides.
me gustó, pensaba en otra cosa, no en uno de ellos.
Un cariño Neto.
mariarosa
Prisionero, sin poder desprenderse del engañoso mundo material,es triste...
Me quedé con la boca abierta...jajajaj que pescado que soy! jajajajajaj
Buenísimo!!!
Besos!
=) HUMO
A tu altura, como siempre. Magistral. Uno cree estar asistiendo a la reflexión de alguien anciano o "viejo prematuro" cansado de rutinas y agobiado por un trabajo que...¡y al final un fantasma!
Me gustó.
Abrazos!!!
Doña Sil, es por el fondo negro, poca luz jaja. Muchas gracias!!! Saludos!
Horacio, bienvenido! Gracias!!!
Doña Mariarosa, toqué uno de sus temas preferidos. Ud bien lo ha dicho, un fantasma de vez en cuando, es bueno. Saludos!!!
Estimada Martha, hasta los fantasmas son tristes en el blog jaja. Saludos!!!
Doña Humo, ojo que no la preparen a la sartén jaja broma, muchas gracias!!! Saludos!
Doña Tinta, misión cumplida entonces, el giro justo para dejarlos de pie en la escalera ja. Gracias! Saludos!
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