Fue y vino varias veces. La insistencia ante el misterio aún hacía efectos sobre su mente. Miraba hacia cada punto cardinal llevando su mano a la frente, para proteger sus ojos del sol. El mundo parecía extenderse hasta el infinito.
Un solo árbol se erigía en aquel paraje sobrecogedor. Iba hacia él y volvía. Aunque no estaba seguro de volver al mismo lugar cada vez que se movía. Bajo sus pies, una alfombra roja ocupaba el lugar del suelo extendiéndose hacia todas partes, como un mar de sangre, pero firme, sereno, silencioso.
Se rascaba la cabeza, pensativo. Miraba el cielo y al bajar la vista el rojo lo asaltaba con violencia, dominando sus sentidos. ¿Qué era aquello? ¿Dónde se encontraba? ¿Acaso aquel árbol quería decirle algo?
Temía alejarse del único punto de referencia en aquel desierto alfombrado. Por eso se acercaba, apreciaba la aspereza de su corteza y luego volvía sus pasos, inseguros, temblorosos. Podía aventurarse hacia donde sus piernas lo llevaran, transitando ese rojo furioso, pero la incertidumbre de su destino lo atenazaba y no lo dejaba marchar.
Al menos allí estaba el árbol. Aunque pronto tendría sed y no veía agua. Y también tendría hambre y no observaba fruto alguno en las ramas. Entonces, al querer pensar en cómo había llegado a ese lugar, le dolía la cabeza y desistía.
Se sentó en cuclillas. Apoyó las palmas de las manos sobre la alfombra. La sintió áspera, enemiga. Sin embargo, las mantuvo allí. Cerró los ojos y acostándose, se dejó avanzar por el sueño.
Despertó en la ciudad, en medio de bocinazos. Dio el paso atrás en el momento justo, antes que un colectivo de línea le pasara por encima. Miró alrededor y se apartó para dejar pasar a dos personas que venían corriendo. Un policía los perseguía por detrás. Reparó en que nadie hacía nada por detenerlos. Sintió que lo empujaban y alguien lo insultaba. Quiso ver quién era, pero se había perdido en la multitud. De golpe el chirrido de neumático presagió el estallido posterior. Miró hacia el lado de donde había venido el sonido. Dos coches habían colisionado de frente. El conductor de uno de los vehículos no llevaba el cinturón de seguridad y su cuerpo estaba atravesado en el parabrisas. No pudo más que asombrarse ante la actitud de un transeúnte, que se acercó para robarle la billetera sin siquiera tomarle el pulso o solicitar ayuda.
Cerró los ojos nuevamente y deseó con todo el alma la alfombra roja. El desierto, el hambre y la sed. Visualizó con fuerza y levantó los párpados. La ciudad no había desaparecido. Patética y aterradora, aún estaba allí.
Decidió gritar, asustado. Nadie se detuvo a ver que le sucedía. A nadie le importó. En aquella vereda transitada lloró con pena y rabia, sin saber cuál era el sueño y cuál la realidad, consciente solamente de pertenecer a esa raza que aborrecía y ahora mismo, lo rodeaba asfixiándolo.
Para amantes y ladrones
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*Clave de lectura:* La escritura como cristal, transparente y oscuro, de
la vida.
*Valoración:* Me gusta mucho ✮✮✮✮✩
*Música recomendada:** La Creación (Vo...
Hace 19 horas.
13 comentarios:
Llegué primero!
Feliz día del trabajador a todos los que trabajan! Y a los que no, ojalá puedan conseguirlo si es que lo están buscando o bien, prosperar desde lo que estén haciendo!
Saludos!
No me dejaste cantar priiiiii :(
Feliz día, Netuzz !!!
Con qué maestría expusiste en este relato, el deseo de ALEJARNOS de la realidad que día a día sentimos TODOS, cuando la belicidad nos rodea, y lo más genial, es que ni siquiera deseamos estar en un lugar paradisíaco...
Nos contentamos con el silencio absoluto, con la soledad total, aún a costa de morir de sed, hambre y abandono.
No está menos sólo tu protagonista en medio de la ciudad enloquecida, que sobre esa surrealista alfombra roja munida de un árbol sin frutos.
GREAT !!!!!!!!!!! Netito.
SIL
Bravo Neto!!!!
Me gustan mucho los cuentos en los que hay un plano real y otro imaginario y el lector acaba no sabiendo cual es cual, ni el protagonista tampoco. Así imagino que se plasma nuestro deseo de escapar de la realidad y escondernos en nuestros sueños...¿lo que vemos o vivimos no nos gusta? posiblemente...
Me voy rápido a Villeraturas...a ver que nueva sorpresa nos depara tu imaginación.
Besos
Buen relato, y algunos todavía piensan que soñar no cuesta nada...
Me quedo con la alfombra roja toda la vida, así muera de hambre y sed.
Neto querido:
Desgloso en dos comentarios.
1) las imágenes que nos crea con su pluma sabia:
al leer el comienzo lo imaginaba dibujado por Moebius, en su etapa de Harzac, allá por 1980.Esas soledades inmensas, y esos colores rojos o verdes puros, sin matices, ¿conoce de lo que le hablo?Búsquelo, no deja de ser original lo suyo Neto,y único como siempre, pero me hizo acordar a esas cosas que solía dibujar Jean Giraud ("Moebius") en la Metal Hurlant.
2) En cuanto al relato en sí ¿qué puedo decir?Que me encantó y que estilísticamente está en el camino propuesto por Cortázar en "la noche boca arriba", pero sin copiar nada, está en esa senda de ambiguedad de sueño y soñador.Donde al final no hay ambigüedad en ninguna de las dos historias.Y eso es lo terrible y original en ambos relatos.
Me encanta como escribe,Neto,soy su fan.
Felipe
impecable Netuss! La imaginación al poder decían por el ´68, sin embargo creo que la imaginación es la que nos da el poder de salir de el absurdo cotidiano!!!
un relato de diez amigazo!
saludos y felicidades!
Lo crudo es crudo. Cuántas veces preferimos la alfombra roja. Sin embargo, yo me quedo con los choques, los afanos y demás...
Siempre hay un rincón en donde intervenir allí.
Con respecto al laburo, acepto las felicitaciones, pero le recuerdo que hace 25 años que dejé de laburar para dedicarme a lo mío.
Abrazos
Doña Sil, es que a veces queremos alejarnos y no podemos y cuando nos alejamos muchas veces sentimos no estar en ninguna parte. Bueno, no sigo confundiendo con cosas raras. Gracias! Saludos!
Doña Tinta, muchas veces pienso que de existir muchas realidades y ser conscientes de estas, jamás sabríamos distinguir una de otra. Ni siquiera en sueños. Saludos!
Noesperesnada, soñar cuesta, claro que si. Al menos si a veces queremos conseguir lo que soñamos. Saludos!
Don Alvarez, claro, así le combina con el traje de Belce. Ja! Un abrazo!
Don Felipe, le agradezco el comentario. No conozco, pero ya mismo estoy buscando. Como siempre, no solo comenta, sino que aporta. Un abrazo!
Don Dieguito, según que imaginación, mire que ya sin tener mucha imaginación hacen lo que quieren con nosotros... ja! Un abrazo!
Don Oso, buen planteo, la comodidad lejos del caos y la realidad, o la realidad y el caos en lugar de la comodidad de ver todo de lejos. Espero que lo suyo no lo esté estresando tanto como el año pasado! Un abrazo!! Tenemos que hacer los mates!
Muy bueno Neto, vos y yo tenemos una busqueda en los sueños y en los diferentes mundos reales. ¿Existirán? No lo sé pero me encanta tu forma de imaginarlos y transformarlos en cuentos.
mariarosa
Que agobiante forma de vivir, y asi estamos y a eso vamos, como que la cosa siga así su cuento nos tendrá de protagonistas y la alfombra roja, lejos de ser la de los oscar , será nuestro propio charco de sangre y ojalá en ese momento pensemos que es solo un sueño.
Besos y buenas noches!
=) HUMO
Mariarosa, si no existen en la realidad, si en nuestra imaginación y a veces ésta, es más fuerte que cualquier otra cosa. A seguir soñando señora! Saludos!
Doña Humo, me ensangrentó el blog! Agobiante y confusión, realidades de aristas poco tangibles. Un sinfín de cosas que pueden ser un sueño o un paso a la locura, no cree? Saludos!
¿¿Y para cuándo un nuevo cuento, pero narrado desde la visión del pobre tipo del infierno, ese que liga la mordedura del perro del escritor???
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