Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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27 de agosto de 2009

La raya

¿Todo esto por una bolsita? pensaba enojado Facundo. Qué persona sobre la tierra no ha inflado una bolsa de nylon y luego, hecho estallar! Todo el mundo, obviamente. Pero claro, a él que era el rebelde, el que desorganizaba la clase, al que siempre mandaban a dirección le tenían que dar tremenda reprimenda.
Y allí estaba, justamente en la dirección. Sentía como fuera de la oficina, en el pasillo, la directora chillaba y su maestra intentaba calmarla. Qué siempre era el mismo, que ya los tenía harto, que si no fuera por las reglamentaciones, que esto, que aquello. La maestra le pedía que bajara la voz. ¡Para qué! Más fuerte habló la directora: ¡Por qué me voy a tener que callar la boca, esta vez cruzó la raya!
¿La raya? Facundo no comprendía, es decir que ahora había una raya, una especie de límite, una cierta cantidad de "malestares de convivencia" causados que llevaban a la histeria.
Bueno, si he superado la raya, se decía, bienvenido sea. Seré, pensaba, el bicho raro del colegio "que ha cruzado la raya". Le causaba gracia. En realidad, estaba seguro de si mismo. Con el revuelo que había armado, su reputación entre los niños se había disparado y parecía no tener techo. ¿Quién iba ahora a negarle una golosina? ¿Qué compañera evitaría dejarse copiar en una prueba? No, ahora Facundo era el que había cruzado la raya. Era el más malo de todos. Facundo era de temer. Si, la sonrisa le cruzaba el rostro como a todo estúpido.
La puerta se abrió y la directora entró roja de furia.
- Acá está - dijo. Hagan lo que quieran.
Y dicho esto, dos policías vestidos de uniforme entraron a la oficina y lo tomaron del brazo. Facundo se puso pálido. ¿La policía? ¿No estaban exagerando? Pero no protestó, se puso de pié y fue con ellos, mientras la directora, a su espaldas se largaba a llorar.
- Vamos nene, vení con nosotros, hacete el malo ahora - le soltó uno de los policías.
En la puerta de calle del colegio una multitud de chicos estaban agolpados observando como se lo llevaban. Facundo les devolvía la mirada, incrédulo. ¿Todo por una bolsita?. Pero lo que más lo asustaba de la situación, era que no veía temor en los rostros de los niños, sino pena, tristeza, lástima.
Volvió la mirada al patrullero, que lo aguardaba con las luces encendidas, arrojando azules y rojos bajo el resplandor del sol. Estacionada a la par, estaba una ambulancia. Dos enfermeros subían a la parte trasera una camilla con alguien encima. Ese alguien iba cubierto con una manta negra. De repente la verdad lo tomó del cuello y deseó que lo asfixiara ahí mismo. Pero la verdad no es verdugo.
La bolsita esta vez si había asustado a alguien.
Y ahora el aterrorizado, era él.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

noooooooooooo pobre pibe!!! que momento! si al principio iba leyendo el relaro y hasta me sentía identificado, quién no hizo explotar la bolsita en el cole para ser el rey del caos?
jajaja, pero la vida te oculta sorpresas en cada esquina, y a veces las sorpresas matan.
madonna santa! que relato el de hoy Neto!
abrazos!

SIL dijo...

Hay travesuras que matan.
Facundo lo supo cuando era ya demasiado tarde.
Vaya cuentito para el recreo ehhhh!
Besos Hermanito !

Mannelig dijo...

Parece que por aquí, la imaginación no tiene límite.

LOLI dijo...

Jolin,¿QUIEN SE MURIÓ DEL SUSTO?
Tengo el corazon encogido del susto al descubrir que ha muerto alguien,si es que me meto tanto en la historia...
Jo!!Pobre chico!!

UN BESO

Felipe R. Avila dijo...

Es un relato perfecto.
¿qué se puede agregar?
Es tanto su talento,señor Neto, que (un grupito de escritores envidiosos)estamos por crear
un blog lamado
"Neto-lo-hizo-de-nuevo!"
Grrrrrrrrr,,,
O mejor:
sigue así.

Un Poco Rara dijo...

Muy bueno! Inesperado final! Qué chiquito del demonio!

Anónimo dijo...

una vez mas la teoria del efecto mariposa hace su manifestacion en palabras tuyas. A veces no medimos la consecuencias de los actos y por muy inocente o insignificantes que parezcan ser siempre traen consecuencias.

pobre chamaco, pero bueno... no es su culpa que la gente al rededor este enferma del corazon. con un buen abogado demanda a la escuela y hara llorar a la directora mas =0p

saludos! buen fin!

Harold Diaz dijo...

Excelente relato, me encantó.

Saludos!

Taller Literario Kapasulino dijo...

Ay Dios! Que final...
Este relato refleja la violencia que hay en las escuelas... y los docentes tenemos que lidiar con un facundo a diario.

HUMO dijo...

Que maravilla de cuento, siempre el el mejor de los desenlaces, sos grandioso!

=) HUMO

leoriginaldisaster dijo...

tus relatos dejan auno boquiabierto!escribes magnifico!!:)

un gran abrazo

Netomancia dijo...

Rey del Caos, digo Diego... jaja, así que identificándote con gente de esta índole, que se cuide Madrid!

Doña Sil, para el recreo no tiene gracia. Hay que molestar en clase :)

Don Mannelig, muchas gracias!

Loli, el muerto es lo de menos. A esta altura en este blog los candidatos a morir toman un número y se sientan a esperar :)

Felipe, avisen cuando lo hagan así me sumo. Por las dudas, para cuando me quede sin ideas jaja. Gracias!

Bays, ud lo ha dicho, del demonio!

Sonia, que cierto es lo del abogado, seguramente la injusticia podría ganar dinero con una situación así.

Harold, gracias!

Carla, desde esta semana llevá protectores auditivos, no vaya a ser que...

Gracias doña Humo. El desenlace tiene que ser la mejor parte, por suerte vengo teniendo suerte.

Leo, mil gracias!

Martín Gardella dijo...

Esa si es una broma pesada, con final inesperado! Me queda la intriga sobre quien iba debajo de la manta negra... Muy buen relato Neto, como de costumbre! Un abrazo

KUBAN dijo...

Soy maestro de profesión y la historia me recuerda particularmente a ciertos alumnos que se pasan de la raya a menudo, aunque hasta ahora no hayan matado a nadie. Excelente!! Gracias. Te seguiré.

Netomancia dijo...

Martín, gracias! Y si, lo que menos podía esperar el muchacho, igual que el lector es que su broma hubiese matado a alguien.

Kuban, bienvenido. Si sos maestro, cuidate, los chicos están cada vez más traviesos. Por las dudas, como le decía a Carla anteriormente, habrá que ir al colegio con protectores auditivos... y chaleco antibalas!

el oso dijo...

Para mí, quien se pasó de la raya fue quien osó morirse por un ruido de bolsita. Pero el relato refleja lo loco de sociedad que somos o que estamos diseñando.
Facundo es el boludo que la sociedad necesita para exculparse. Bah, me parece que algo de eso explicaba Foucault.
Bárbaro, Neto, y tan cerca de lo que pasa todos los días...

Silvana Muzzopappa dijo...

¡Excelente cuento!
Traté de imaginar por dónde vendría la mano mientras leía, pero jamás habría llegado a este giro. Buenísimo, la verdad. Pobre pibe...
Un beso.

Netomancia dijo...

Don Oso, no podía evitar pensar en lo que una vez hablamos de cómo se puede frenar a un chico conflictivo o dañino sin tener problemas (desde el punto de vista del docente). Claro que acá el tema se disparó para otro lado.

Doña Shiru, la fui gambeteando en pocas palabras jaja. Si, pobre pibe. Y pobre el muerto!