Del otro lado, la barca. Abandonada, sucia, de madera podrida y sentimientos heridos.
De este, el náufrago moribundo, anhelante, rencoroso.
En medio de ambos, una vida. Una eternidad de suspenso e indiferencia.
El cielo es testigo mudo y hasta pícaro de la escena. El que va a morir y el que puede salvarlo. El que necesita ser salvado y el que hace tiempo no navega. Distantes, opuestos.
De un lado y del otro, corazones fríos y espinas punzantes. Se miran, se saben necesitados, pero se rechazan. Orgullo y consecuencias, estupidez y sinrazón.
El día se muere, la noche cae. La oscuridad asume su presencia y el olvido cubre todo alrededor, como un astillero a un viejo barco o una manta a un difunto.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 3 horas.
6 comentarios:
Impecable la síntesis que conseguís con las palabras. Y como con tan pocas frases conseguís (al menos conmigo) crear un clima que hasta puedo tocarlo.
Felicitaciones!
Saludos,
Shirubana.
Bárbaro, Neto, una descripción perfecta de la sinrazón en que nos sumimos cuando creemos que somos el centro del universo.
profundo como el mar, neto, una genialidad oscura, una verdad directa a nuestro ser.
saludos!
buen blog.. voy a pasar otra vez!!
saludos..
A veces el orgullo hace que en lugar de unir las necesidades, nos terminos muriendo solos...
Precioso...
BESOS
Fe de erratas: terminemos. Vale.
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