Como si de una broma se tratase, la descomunal Brigitte arribó a su oficina. La Brigitte de sus sueños, el de todos.
La vedette estaba en desgracia. Su marido había sido asesinado. El detective la contempló con deseo, hipnotizado. Balbuceó antes de poder hablar, pero ella no se dio cuenta porque luchaba contra una marea de lágrimas.
La indagó ¿Sabía ella de enemigos de su marido? ¿Alguien que quisiera lastimarla? Bajo el arruinado maquillaje, una sonrisa triste y resignada surcó el rostro. Seguro que los había. La lista era innumerable.
El detective recorrió la zona, cabaret, sus contactos del bajo mundo, policías conocidos. Sacó fotografías de los alrededores de la mansión de Brigitte y las estudió minuciosamente.
La noticia fue tapa de todos los medios. La televisión se hizo un festín. La policía estaba desorientada. Pero William Scofet, tercera generación de detectives, no.
Sabía muy bien hacia donde apuntaban las pistas y los pasos que el criminal había seguido tras el crimen. Conocía el por qué y el cómo. Pero a pesar de ello, no podía develarlo.
El asesino era él y el destino lo había engañado con la broma de tener que descubrirse.
Era consciente que fallaría.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 23 horas.
4 comentarios:
¿Quién no ha fallado alguna vez en la pesquisa que lo tiene como punto convergente de las pistas?
¡Un relato a lo Neto! Fuerte, descomedido, insolente...
¿Se siente culpable de algo, usted, amigo? =)
L.
De no poder escribir más! Ya mandé a un detective a averiguar las razones. Creo que en definitiva, me hallará culpable sin causa aparente.
Me gusto la frase: "cuando cierras los ojos, nace un nuevo mundo".
Esta muy bueno tu blog.
Yo también soy de Villa y con unos amigos tenemos un blog literario. Si queres podemos intercambiar enlaces.
literariokapasulino@gmail.com
www.literariokapasulino.blogspot.com
Nos vemos!
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