Las calles nos dicen cosas. Por ejemplo, aquella, tan transitada. Nos quiere explicar el sentido de la vida. La avenida que la cruza, tiene algo que decir sobre el ir y venir de las ilusiones. Aquella, que termina en una cortada, es probable que nos hable de la muerte. Las calles nos dicen cosas, pero el ruido de los coches y camiones nos ocultan el significado. Pero es probable que si prohibiésemos el tránsito para poder escuharlas, decidieran, en un acto de venganza por sentirse inútiles, callar para siempre sus voces.
De vez en cuando me detengo en una esquina y cierro los ojos, parando muy atento la oreja.
Hasta ahora solo he logrado que un par de veces los milicos me lleven hasta la comisaría pensando que estoy drogado.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 2 días.
4 comentarios:
Tuvo suerte, bien podria haberlo llevado puesto algun pibe corriendo picadas, ahi parado con los ojos cerrados... peor aun si le confiesa a los milicos lo que anda haciendo, derechito al psiquiatrico lo llevan!
jajaj
Saludos!
algún día don neto, usted va a escuchar lo que las calles y las paredes tienen para decirnos. ese día no intente explicáselo a nadie, menos a los milicos, porque ese día la poesía del asfalto florecerá agradecida de que por fin alguien se digno a escuchar lo que tenían pa´decirnos!
Es el famoso secreto callejero... por eso a veces la gente dice que tiene calle... porque la escucha!!!
Ay, Don Neto... la receta es sencilla. Ud se pone en cuatro patas, apoya la oreja en el pavimento. Al ratito nomás empieza a experimentar...
Sensibilidad, humor, un toque de locura. Excelente.
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