Eusebio era de los que decían que no existían demasiados secretos para escribir una carta de amor. Había que saber elegir las palabras, ser cautos y sensatos en las oraciones, y en lo posible, dejar un halo de misterio en la declaración.
Quizá eran esas las razones por las que ninguna mujer le contestó jamás carta alguna. De todas formas Eusebio se defendía diciendo que si no había contestación, era porque la mujer no era la adecuada. En su pensamiento, la carta era una especie de carnada y quien picara, sería la mujer ideal de sus sueños.
Ya grande, encontró en el correo electrónico el reemplazo de la carta tradicional y un ahorro considerable en sus gastos. Al poco tiempo le tomó el gusto y sus cartas de amor empezaron a ser emitidas con las destinatarias en Copia Oculta, ya que aprovechaba para hacer envíos masivos, asegurando que así se ahorraba tiempo.
Hoy en día las declaraciones electrónicas de amor de Eusebio recorren el mundo. Pero lamentablemente para sus pretensiones, terminan siempre en la bandeja de spam.
El cuarto cerrado.
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Me molestaba tanto secreto. Mi trabajo como gobernanta de esa enorme casa
desgastaba mis nervios, debía luchar con la cocinera, la planchadora y las ...
Hace 6 días.
3 comentarios:
La conclucción del relato es que la formulas no sirven. O por lo menos no sirven las formulas simples.
Pobre Eusebio ni con el correo electrónico ha conseguido una enamorada.
mariarosa
Esteeeeeee, es muy complejo este tema eh...
Abrazo, Netito.
SIL
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