Me pidió que lo acompañara. Había sido un día extraño. Apenas pronunció palabra alguna a lo largo del turno. Cuando salimos me tomó del brazo y me dijo: "¿Pizza y cerveza?". Fue en tono de pregunta, pero al mismo tiempo, imperativo. Era un hecho, íbamos a un bar cualquiera y con seguridad me diría que le sucedía.
Pedimos, comimos y bebimos. Pero la conversación no surgía. Un par de veces intenté comenzar el diálogo, pero me cortó en seco con alguna excusa y siguió en lo suyo. Entonces me decidí, sería tajante. Lo miré fijo, aparté el vaso con el último trago de cerveza y cuando estaba por hablar, llegó ella.
El se puso de pie, la abrazó, rodeó su cintura con el brazo y se marcharon por la puerta. No me saludó, ni siquiera se disculpó por no haber dejado para pagar la cuenta. Minutos más tarde llegó el mozo, se puso a mi lado y con fastidio dijo: "Se fue sin pagar, hijo de puta".
Estuve a punto de decirle que no se preocupara, que yo tenía dinero, pero el mozo levantó el vaso y las porciones de pizza que quedaban, pasó el trapo húmedo por la madera y acomodó las sillas. Incluso la mía, que ni siquiera estaba separada de la mesa.
Aturdido abandoné el bar y fui a buscarme.
Para amantes y ladrones
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*Clave de lectura:* La escritura como cristal, transparente y oscuro, de
la vida.
*Valoración:* Me gusta mucho ✮✮✮✮✩
*Música recomendada:** La Creación (Vo...
Hace 23 horas.
3 comentarios:
Este espíritu es la mar de generoso...por cierto, en la primera frase el "lo" debiera ser un "le" quizás?
Besos artista!
El personaje se distrajo tanto con la mujer que llegó, que se olvido a si mismo. No está mal.
Nos vamos olvidando de nosotros, por ahí, en distintos lugares.
Hasta que un día, ya no nos encontremos.
Yo me olvidé un día en una ciudad lejana. Y todavía no pude volver.
Abrazo, Netito.
SIL
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