Era el momento de confesar, no quedaba escapatoria. La situación se había precipitado, era insostenible. Aquello que había ido edificando con la paciencia de un artesano, de repente había caído encima suyo. Dejaba de ser una ilusión, para convertirse en real. No podía seguir ocultando sus sentimientos. Debía confesar.
Ella lo miraba inquisidoramente. Había llegado la hora de decir las cosas tal como eran. Había arribado ese instante, como llega todo en la vida. ¿Cuánto tiempo más podía soportar lo que ocurría? ¿Cuánto más podía hacerse la que no se daba cuenta de aquello? Quizá para divertirse, pero no era justo. Para ninguno de los corazones, ni el suyo, ni el de él.
Le sudaban las manos. El corazón le palpitaba con fuerza. Era un ¡pum pum pum! atronador, rítmico. Parecía querer saltarse del pecho. Y delante de sus ojos, la mirada punzante de Raquel. Estaba acorralado.
Tragó saliva, preparando su garganta para hablar. No podía permitirse ni un carraspeo. Todo su cuerpo era tensión. Presentía lo que venía a continuación. Las palabras que Alberto haría desencadenar de su boca, una tras otra, cambiando para siempre el destino que por años había unido su amistad.
El movió sus labios, pero se detuvo. Bajó la mirada, apuntándola a las baldosas de la vereda. La tarde se moría, como se morían sus palabras, antes de nacer. Se supo incapaz de hablar y se odió por ello.
Ella avanzó, con frialdad en su semblante, pero el alma ardiendo en pequeñas llamas que durante años habían aguardado en silencio, suplicando en vano, sin ser escuchadas. Se dio cuenta que él no tenía la fuerza necesaria. Pero ella si.
- Alberto. No necesitás decirme nada. Todo este tiempo cerca mío, pendiente de mi, tu amistad. Alberto... yo también te amo.
Alberto levantó la cabeza y la miró a los ojos. La confesión lo había tomado por sorpresa. Sintió que aquello que se derrumbaba segundos antes, ahora literalmente lo aplastaba. Recién entonces pudo articular con sus cuerdas vocales, los primeros sonidos.
- Raquel, que cagada, pero yo amo a tu hermana, la más chica. Pero la loca ni siendo tu amigo me da bola.
La mujer se alejó calle arriba, llevando consigo su belleza y tragedia, dejándole al viento sus últimas lágrimas.
El hombre permaneció en el mismo lugar, rascándose la cabeza y pensando qué era lo que había hecho mal.
La noche llegó como lo hace siempre: riéndose de los amores imposibles.
La Gardenia.
-
Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 13 horas.
23 comentarios:
Durísimo...!!
Realmente es cierto que uno es esclavo de lo que dice y dueño de lo calla.
Un beso a vos y otro de solidaridad a la pobre Raquel.
SIL
Raquel tenía lo que Alejandro Dolina cuenta de ese tipo que sufría los dos males:
amaba a quien no lo quería y era amado por otra persona a la que él no podía amar...
Muy lindo texto,che.
Y ya que Alberto no quiso,¿por qué no se tira un lance usted con Raquel,Netomancia?
JAJAJAJAJA
què grande èste Alberto!
Me tomò por sorpresa, le cuento.No esperaba ese final.
Ciertas circunstancias de la vida nos golpèa sin aviso cuando menos lo esperamos, tal es el caso de Raquel, que solo viò hasta sus vestiduras y no màs allà de su narìz. Nisiquiera la de Alberto.
MUY BUENO.
Abrazo♥
jajaja, copada la sinceridad de Alberto,
y con respecto a Raquél, el infierno de algunos es el paraíso de otros, como diría un amigo mío,
Muy bueno, abrazo
Doña Sil, y algo raro tenía que haber en el final, ya que sangre parecía imposible de meter en la historia jaja. Si la veo a la protagonista le mando sus saludos, pero se debe haber perdido en algún otro cuento. Muchas gracias! Saludos!
Don Felipe, muy bien, es cierto! Tiene mucho de eso. Y vamos a ver don Felipe, si la encuentro en algún cuento le digo. Pero son como sus personajes de historietas, solo intérpretes de cuento. Seguro mañana estará haciendo de "Josefina, la ladrona de masa fina". Jaja. Un abrazo!
Doña Ró, aquel que sepa ver más allá de su nariz, que arroje un pañuelo. No, así no era el dicho. Bueno, no va al caso. Los dos a su manera sufren, aunque Alberto no tiee tapujos en decir la verdad. Muchas gracias! Saludos!
Don Juan Ojeda, sincero por demás el Alberto. Pero bueno, es la mejor manera. Raquel no seguirá esperando en vano. Muchas gracias! Un abrazo!
Jajajaja... No, pobre Raquel che... Que mala onda.
Esperemos que Raquel y Alberto puedan encontrar el amor cada uno por su lado algún día, :P
Don PájaroyOsoyLiebreyPez, si, muy duro el Alberto. Usted guarda esperanzas, hace bien ja. Un abrazo!
Ja ja ja, buenisimo, al loco le gustaba la mas pendeja y se hizo amigo de la hermana mas grande para acercarse a la nenita.
aplausos, porque si es la vida, como la contas.
panchuss
Don Panchuss, excelente traducción al lenguaje cotidiano jajaja. Muchas gracias! Un abrazo!
Estoy con D Panchuss...yo de joven vi en la pandilla algunos movimientos semejantes a ese: hecerse amigo de la hermana...pero estar suspirando por la otra...Tierno, por los recuerdos infantiles, duro por el dolor de ella y por el equívoco...y...¿la hermana? sin enterarse supongo, ja!
Besos y felicidades por la selección de tu cuento en la antología...
Al final no voy a saber cuantas veces me olvido de felicitarte por algún éxito, joven...
Doña Tinta, jugar con los sentimientos es bravo. Aunque el gesto de Alberto en el final nos deja en claro que nunca supo cómo lastimaba a Raquel. Pobre tipo, además de sincero... jaja.
Gracias por lo de la selección! Ahora, cómo lo supo? No puse nada aún jajaja. Saludos!!!!
crash!
Esta si que es buena. Metió la pata hasta el cuadril y se pregunta que le pasa a la chica. Muy bueno, siempre sorprendes con algo diferente.
felicitaciones por ser finalista en ediciones Mis escritos.Ahora por el primer puesto....
Un beso.
mariarosa
Doña Yun, si, la onomatopeya perfecta! Gracias! Saludos!
Doña Mariarosa, es que algunos no saben hacerse cargo. Muchas gracias por las felicitaciones, ojalá se haga realida. Saludos!!!
Los amores imposibles y traviesos, esos que hacen que todos nos enamoremos de la persona incorrecta.
Muy buena entrada, es que es tan difícil...
Un abrazo.
Don Camilo, es que siempre es más fácil equivocarse. Muchas gracias! Saludos!
Doña Beatriz, si, lo relacionado al amor es difícil por donde lo mire! Muchas gracias! Saludos!
Desalentador, crudo, frío incluso.... Me gusta! :)
Uh! ¿Para qué te voy a contar? ¿Quién no ha pasado por una situación semejante? Yo...miles de veces. Buenísimo el relato. Como siempre, un placer.
Besos
Ummmmmmm En ese momento hubiera deseado que la tierra se abra y me trague de un bocado. MUY bueno!!!! Un beso grande!!!
Doña Acoatl, cuánto más dramático y trágico, mejor! Coincido. Muchas gracias! Saludos!
Doña Viviana, en cuestión de amores imposibles y corazones rotos, aquel que esté libre, arroje la primera piedra. Muchas gracias! Saludos!
Doña Diana, se la tragó la noche, en una calle que se volvió infinita, de longitud y tristeza. Muchas gracias! Saludos!
Jajajajaa, pobre Raquel!!! Eso le pasa por evidenciar ese instinto maternal, no jodamos, tendría que haber esperado que el tipo hablara, no hacérsela fácil, así le fue ;)
Bien, me gustó, Neto, gracias.
J&R
J&R, una mala estrategia, no quedan dudas jaja. Muchas gracias! Saludos!
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