Cuenta una leyenda que aún no se escribió, de un futuro espeluznante.
De tierras habitadas solo por hombres y del otro lado del gran océano, únicamente por mujeres.
Cuenta esa leyenda que hombres y mujeres permanecían desde hacía siglos separados y que ya no quedaban registros de la última vez que ejemplares de ambas especies habían estado juntos. Incluso, se rumoreaba que la existencia de unos y de otros, era una mentira. Algunos hombres pensaban eso de las mujeres y algunas mujeres, eso de los hombres.
La apariencia de las mujeres era para el hombre un misterio. Había quiénes mencionaban que poseían dos rostros, otros decían que hablaban cantando, que en lugar de ojos llevaban dos llamas ardientes, que el cabello les crecía de colores brillantes y que sus manos eran más largas. Entre las mujeres, se imaginaba el cuerpo del hombre dos veces más grande, con cuatro glándulas mamarias, tres piernas, cabello en todo el cuerpo y un arpón en la espalda.
Ningún libro del pasado había sobrevivido las eras de reconstrucción. Ningún recuerdo había logrado sobrevivir de generación en generación.
Cada uno realizaba sus tareas, labrando la tierra, sembrando y levantando cosechas, alimentando animales, efectuando la pesca. No había nada más. En ese futuro, la tecnología no les pertenecía. Pero a pesar de ello, eran felices en cada lado del océano. Las guerras y las disputas no existían. El odio y el rencor eran términos desconocidos.
Lo cosechado se elaboraba, se consumía y una parte se destinaba a las fauces del gigantesco mar, ese Dios en común que ambas orillas adoraban. Arrojaban las ofrendas en unos enormes tubos, diseminados en diferentes puntos de la costa, desde el norte al sur, de un lado y del otro.
Esa leyenda no termina allí, habla de un tercer continente. Unas tierras sumergidas, en las profundidades del océano, gobernadas por androides inteligentes, que tenían a su servicio a mujeres y hombres de una capacidad de pensamiento mayor a la de los que habitaban las superficies. Con las ofrendas del exterior, los alimentaban. Y estos, a cambio, trabajaban en la inseminación artificial para la procreación de la raza y la supervivencia del género humano.
Seleccionaban a los niños para un lado y a las niñas para el otro. Aquellos cuyas facultades eran superiores, se quedaban bajo el agua. Y luego, en fechas que los del exterior celebraban como religiosas, con grandes festividades, enviaban por esos tubos enormes la recompensa por la labor realizada. Y los hombres acogían a sus niños y las mujeres a sus niñas.
Y en ese futuro espeluznante, el mundo seguía girando, como si nada.
La Gardenia.
-
Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 1 día.
14 comentarios:
Esto en muy bueno Neto!!!!!!!!
Excelente, mencantó!!!!!!!
Besote
(Que futuro tan negro nos espera...)
Te digo, que con lo mal que van ciertas relaciones... no es mala idea...
Muy buena historia, diferente y es para pensarla...
Un beso.
mariarosa
¡Excelente!
Che,me encantó la leyenda ésta, aún no contada...
y me dejaste pensando:
Me imagino el cerebro atrás de la creación de esos androides, una inteligencia superviviente del antiguo mundo,antes del cambio.
¿O sería extraterestre?
Una inteligencia a la que los hombres y mujeres de cada lado bien podían llamar Dios.
Y si embargo...sólo le decían:"Padre".
Te digo que la apariencia que ambos creían no estaba muy errada de la realidad.. Jajaa.. No pares de escribir nunca.. Abrazo grande!
No sabía,querido Neto, que tenías un primo gorilazo...
¿Felipe, realmente el gorila es el primo?Yo creo que no se parecen...Neto es rubio...y más lindo ...no se...iguál lo queremos.
bs Martha
Siempre estupendas las cosas que nos dejas.
Saludos y un abrazo.
Hola, Ernesto. Te felicito por el blog. Está muy bueno. Me voy a quedar un buen rato chusmeando. Un abrazo.
Doña Novia Burtoniana, gracias por comentar nuevamente! Oscurito, habrá que ir comprando velas (para prender y rezarles ja!). Saludos!
Doña Mariarosa, muchas gracias! Si, si bien es un cuento futurista extremista, tiene sus cosas ja. Saludos!
Don Felipe, la intención fue justamente dejar al lector libre de pensar lo que quiera sobre esos seres, así que me alegro que te haya dejado pensando!!! Un abrazo!!! Y gracias!
Primo Gorilazo, muchas gracias. Intentaremos no parar, un abrazo!
Don Felipe, así es y ud se lo perdió por no poder venir al asado en diciembre! A todo esto, alguna vez le mandé las fotos de esa comida en lo del Oso??? Abrazo!
Doña Martha, luego le mando el cheque! Jaja. Mil gracias!!!
Don Hiperión, gracias! Es reconfortante saberlo! Saludos!
José María, un placer tenerlo por aquí!!! Espero le guste lo que hay. Un abrazo.
Raro tu relato querido compañero Hattickero, pero no por eso deja de ser interesante.
De todas maneras no me imagino un mundo sin mujeres, aunque seguramente sería muy aburrido, porque más allá de que nos rompen la paciencia a diario, también nos dejan momentos de inmenso placer y felicidad.
Insisto, raro... pero muy interesante.
GRISSOM
Un cuento muy original!
No puedo imaginarme esa realidad...
Don Grisson, un gusto tenerlo por aquí. En realidad no sería un mundo sin mujeres, sino un mundo en el que unos y otros estén separados físicamente y sin tener noticias entre si. Pero coincido, es raro, ja. Un abrazo.
Carla, muchas gracias. Un futuro original, claro que si. Saludos!
Un halo espartano envuelve esta idea.
No se escribió aún , pero no suena tan irreal.
La ambientación es maravillosa, Neto.
ABRAZO
SIL
Gracias Sil!! Se ha puesto al día con todos los relatos!!! Saludos!!
Publicar un comentario