Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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11 de noviembre de 2009

Reflexión cuando aún no es noche y se va el día

De noche, los días parecen cortos. Y de día, las noches inalcanzables. Con esa realidad a cuestas, el dibujante salió al balcón, buscando asirse de algún paisaje sobre el cual recostar la imaginación y dejarse llevar, lejos, en silencio, donde nadie lo molestase y pudiese, al fin, dar con esa imagen que tanto anhelaba para ilustrar, pero que no se le ocurría.
Observó el cielo, límpido y fatal, esplendoroso, mágico. Una invitación a la vida. Sin embargo, allí no había inspiración. Era solo un cielo. Uno más en aquel atardecer, en ese contrapunto de la jornada en el que no era ni una cosa ni otra.
Buscó su mirada un refugio para su imaginación en aquellas azoteas vacías de vida, de ropas colgando, de antenas obsoletas detenidas en el tiempo apuntando hacia un arriba que no pedía por ellas. Pero tampoco encontró las respuestas.
Las calles. Trazos gruesos con movimiento. Figuras que iban y venían, ajenas unas y otras. Los vehículos avanzaban por sus carriles, la gente por las veredas. De vez en cuando las intersecciones de sus existencias hacían que se cruzaran, pero no tenían nada en común.
Y su dibujo, su idea, la mejor de todas, permanecía allí, en la incógnita de no querer nacer, de no querer ser. Qué difícil era dibujar aquello que jamás había visto. Qué imposible le resultaba encontrar aunque sea una pequeña arista de la cual partir.
Entonces lo supo. Para dibujar el alma, debía verla con sus propios ojos, porque no había nada en el planeta que se le comparara. Sin dudarlo, se trepó a la baranda del balcón y sin pensarlo, se arrojó al vacío. Vería el alma desprenderse de su cuerpo y la dibujaría con el último estertor, velozmente, en un solo trazo. Sería su legado, su aporte a la humanidad, aquello que trocaría su existencia hacia la inmortalidad.
Solo un segundo antes del impacto, mientras contemplaba casi fugazmente el fin del atardecer, con su mezcla habitual de colores, digna de una paleta angelical, se percató que había dejado los elementos de dibujo sobre la mesa de su estudio, nueve pisos más arriba.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

DDDOOHH!!

Felipe R. Avila dijo...

Querido Neto: es notable tu talento. Cuando escribís sobre un carnicero, parece que lo fueras. Cuando se trata de un Físico parece que estuvieras en el cuerpo y la mente del Físico, cuando en tu relato el protagonista es un matemático, parece que hubieras pasado años entre cuentas y números. Ahora, en la piel de un artista volvés a hacerlo.Y trocás palabras en la angustia de la hoja en blanco, miedo inicial e inevitable que sólo destruye algo llamado: oficio.
"cuando las musas no vienen, ahi tiene que aparecer el oficio, la experiencia para investigar,buscar y encontrar qué y cómo hacer el dibujo" nos decía hace añares un profesor.
Lo fascinante de esta lectura, para mi, fue ver como escribis sobre la utopía sin alardes ni pretenciones. El dibujante quiere y va a dibujar el Alma. Una utopía, como pretender tocar el horizonte.
Y sin embargo, caminamos siempre hacia él.

Raul Avila dijo...

Hay un pensamiento certero, todo lo que dibujamos parte de algo que hemos visto....lo interesante es proponer un punto de vista para ilustrarlo.
Por ejemplo., dando unas clases de dibujo propuse a los asistentes que ilustraran un ser de otro mundo que no fuese visto en la tierra.....
Resultado:.. o tenia antenas, o era de piedra o cristal o vegetal o madera o metal...en fin podia tener forma de insecto o maquina o gas o transparencia o viscoso o líquido en su construcción.....pero lo interesante era que el mejor fue el del que logró un mejor realismo de la textura iluminación o mezcla de elementos con mayor exactitud u oficio, lo cual le daba factura de real y posible
Ergo no puedes inventar un elemento que no existe, solo combinar los que conoces y has visto con mayor o menor habilidad.
Claro nunca te olvides de llevar los materiales.....

saludos Neto

Anónimo dijo...

Bueno, Neto, esto es lo mejor que he leído en tu espacio desde que te visito. No solo por lo sorprendente de tu imaginación (casi siempre logras la sorpresa) sino por el estilo literario. Limpio, fluido, descriptivo, atrayente, atrapador...en fin maravilloso.
Un saludo y mil gracias por hacerme desfrutar de este texto.

SIL dijo...

Hay olvidos imperdonables...

Tu capacidad para que los lectores se metan en la piel de tus personajes es única, (en el alma... si de este caso hablamos)

Un beso, Netito.

Mannelig dijo...

A quién se le ocurre, qué locura... Existiendo la fotografía, mucho más precisa...

Ricardo Miñana dijo...

Prefiero dibujar mi alma cuando
llegue el momento de separarse
de mi cuerpo, a tener que arrojarme al vacio solo por
el puro placer de dibujarla.

Feliz fin de semana
RMC

Anónimo dijo...

es que a veces los grandes artistas no pueden estar en todo, ellos crean y para lo demás están los ayudantes no?
jejeje muy buen relato Netito!!! me hiciste reir un buen rato!!

Con tinta violeta dijo...

Muy bueno, Neto. Me gusta como conduces tus relatos para finalizar dando una última vuelta de tuerca.
Describes de modo fiel la esencia del artista que trata de hacer todo lo que está en sus manos para arrancarle a la creatividad su jugo. El despiste es algo consustancial...te lo digo yo que convivo con un artista.
Besos desde España.
Paloma

Lisandro dijo...

Neto, Neto, Neto... como haces para darme hasta vertigo cuando el hombre se tira de su balcon?.... como podria llegar la mente de un artista ver su alma para dibujarla?... Sos un grande... tenes anta imaginacion, que no solo eso... la sabes transmitir... un abrazo amigo... te aplaudo!!!

MONDO FRANKO dijo...

Hombre, una de las virtudes de los artistas es saber mentir, contarle mentirillas a la gente para hacerlas volar de sus vidas rutinarias... Por eso, poner el cuerpo de esa manera, no es recomendable, salvo que abajo haya una red y logre usted así impresionar a una bella transeúnte... de esa manera si, salte. Si no, ¿quien le va a contar a la gente cuentos para que sueñen lindo o dibujarles almas si los artistas mueren en el intento?
Un abrazo, me quedo por aqui.

Netomancia dijo...

Soniaaaaahh!!! Jaja. Saludos!

Felipe, gracias. Sobre lo imposible, sobre lo utópico, si. Sobre eso que nos catalogan de inalcanzable. Y no importa desde que óptica, pero cuando alguien nos dice que algo es imposible, debemos al menos intentar lograrlo. El intento mismo es el que vale la pena. Un abrazo amigo!

Don Raúl, vuelvo a decirle el placer que es encontrarlo por estos pagos. Y que nos traiga una reflexión tan buena a partir de una anécdota, es una alegría inmensa. Realmente es como dice, es como querer ponerle nombre a algo que ni siquiera podemos describir. Saludos!

Luis, muchísimas gracias por lo que dices. Alegría me deja saber que este relato te ha gustado tanto. Y sin dudas que intentaré que el próximo lo disfrutes más. Un abrazo.

Doña Sil, mil gracias. Gracias por el halago. Es bueno saber que el relato se mete en el lector y viceversa. Más no se podría pedir. Saludos!

Don Mannelig, jaja, vio como es el artista, no le gusta lo práctico, tiene que ir siempre un paso más allá... Saludos!

RMC, bienvenido y gracias por el comentario. Es que algunos son impacientes. Saludos.

Dieguito, ja y por ahí hubiese estado más piola arrojar al ayudante, no? Ja, no se apioló este. Un abrazo!

Doña Tinta, por las dudas sujete al artista que tiene cerca y sale al balcón! Gracias por sus palabras! Saludos!

Lisandro, muchas gracias por cada una de las cosas que has dicho. Sinceramente llegan y mucho! Gracias!

Pablo, bienvenido! Como existió el cubismo, el posmodernismo, etc ahora se vino el kamikasismo jaja. Gracias por pasar y quedarte! Un abrazo.

HUMO dijo...

Sossssss...mnm...impecable!

=) HUMO

Netomancia dijo...

Doña Humo noctámbula, muchas gracias!

el oso dijo...

Por eso no me obstino en dibujar... soy demasiado distraído.

Aunque... a veces, pocas veces, creo justificada la locura del artista que no encuentra nada más que justifique su existencia como tal y entonces no encuentra nada de nada.
Un relato donde la agonía del artista produce una carcajada, tal vez por su estupidez.
Abrazo, Neto!!!

Netomancia dijo...

Don Oso, los dibujantes llevan todo al límite, vio, en cambio cuando escribimos los procesadores de textos nos meten márgenes por default jajaja.
Un abrazo!