Se alejó de ella y marchó hasta el borde un acantilado. El verde pintaba cada lugar donde enfocara su vista. La virginidad del lugar era pletórica. El cielo se extendía hasta más allá de lo imagible. La brisa hacía sentir frágil su cuerpo semidesnudo.
Más abajo las praderas indicaban rumbos desconocidos y algunos animales parecían indiferentes a todo lo que los rodeaba, husmeando aquí y allá, sin precisar con sus movimientos que harían a continuación.
Se sentó. Dejó que la gramilla fresca y húmeda le acariciara las piernas. Dejó que sus ojos apreciaran todo aquello durante un largo rato. Luego los cerró, ocultándose en su mente.
De inmediato llegaron las imágenes. De lugares nunca vistos, de otras personas que no conocía, de tiempos seguramente remotos. Observó poblarse la tierra, al fuego calentando la noche, a la piedra servir de pared.
Vio a la gente en grupos, viviendas y pueblos. También maldad y pecados y luego un gran diluvio. Otra vez se poblaron las praderas, se ocuparon los valles, se aprovecharon los ríos y nuevamente, el hombre era malo, robaba, mataba y engañaba. Fue testigo de castigos, de plagas, de errantes e incluso de varios mesías. Vio al hombre derrocarlos sin la menor vergüenza.
Y luego más ciudades, nuevos templos, armas, enormes navíos, soldados y muertes. Guerras tras guerras, sangre sobre sangre, herida sobre herida. Vio al hombre equivocarse y ser abandonado.
Las imágenes seguían llegando, una tras otras, como puñales en su cabeza. Millones de personas, el hambre, la muerte, el poder, el pecado, naciones en odio, hermanos en lucha. Las construcciones cambiaban, las armas eran más letales, los límites cada vez más lejanos, pero la mente humana siempre la misma, engañada por el oro y la muerte, el poder y la gloria efímera.
No pudo más. Ya no quiso seguir mirando. Abrió los ojos. Sintió lágrimas corriendo mejilla abajo. Se llevó una mano a la cara y palpó esa humedad que descendía. Se la llevó a la boca y saboreó lo salado. El futuro era sufrimiento. Era sangre y codicia, era barbarie y vergüenza.
Y sin embargo ese acantilado albergaba tanta paz. ¿Cómo podía ser? ¿Cómo podía el hombre llegar a ser lo que había visto? Pero irremediablemente llegaría, lo sabía...
Se puso de pie y a pesar de saber muy poco aún, sabía lo suficiente como para darse cuenta que su fin era la solución. Caminó sin miedo hacia el borde, mirando el horizonte.
Entonces la escuchó detrás.
- ¿Adán? ¡Espera, no lo hagas! Ven a mí, te puedes lastimar ahí.
Y embelesado por su voz, volvió a hacerle caso por segunda vez.
Para amantes y ladrones
-
*Clave de lectura:* La escritura como cristal, transparente y oscuro, de
la vida.
*Valoración:* Me gusta mucho ✮✮✮✮✩
*Música recomendada:** La Creación (Vo...
Hace 23 horas.
15 comentarios:
Tendría que haberse tirado de cabeza, mecacho!
ayyyyyy pobre Adán!!!
Si se tiraba tendría la paz abismal que vislumbraba, pero después de todo Adán no iba a ser el que cometiera todas esas atrocidades....
él solo quería su momento de paz junto a Eva!
Así que Adán te felicito! Ya es hora que dejen de meterle la culpa a este pobre tipo si la metida de pata la hicieron los que vinieron después no?
jejeje
muy buen relato Netito!
Saludos!
Bastaba con que dijese "no", me gustan más las peras.
Que decirte... a pesar de la fantasía es un texto que muestra la realidad...
Y que final!
Esta vez, hizo bien en hacerle caso, no así la primera, quizás...
BIEN AHÍ, HERMANITO !
DELUXE hoy.
DELUXE...siempre.
Abrazo gigante.
¡Hola! Tarde o temprano terminaría pasando por acá... siempre te leo en lo de Sil, y tus comentarios son parte de todo lo muuuy bueno que ofrece su blog (aclaro: me divierto!!!!)
Debo decir que por ahora sólo leí este cuento, y realmente me ha gustado. Todo lo que vé Adán a lo largo del tiempo está muy bien descripto. Siempre pensé que el mundo no está peor que nunca, si no que es más que se repite, ya que el hombre siempre ha sido el mismo, pero van cambiando los escenarios y los elementos de los que se sirve para sus nefastos objetivos. En fin... sería injusto no decir que también está la parte bella de la vida en este precioso mundo, y que yo soy de las que festejan con felicidad y convencimiento pleno la existencia de esa belleza...
Pero lejos me fuí por las ramas... asi que aquí me despido hasta la próxima... ¡Salgo ya a asolearme un rato!!!!!!
Saludos,¡y hasta la próxima!
Me gustó mucho el final de este cuento. incursionaste en una órbita compleja y celestial con gran pericia. Eso habla de tu capacidad todo terreno con la pluma!
un abrazo hermano.
aaayyyyy sii.. como no!!!!!
=0p
ahora resulta!
jajaja
deacuerdo con Abrujandra.
independientemente de eso....
que bien escribes!!!!.. me vuelve loca la maera tan natural en la que llevas una historia, lo amo en verdad.
soy fan.
un abrazo y bonito finde.
Adancillooo, ven para acá, ven, cuchi, cuchi, cuchi...
Pues menos mal que estaba por ahí la otra, porque si no...
Neto, estuve hablando con Dios, si, con Ese. Bueno, después le paso el teléfono,si.
Mire, me dijo que entre las cosas nefastas que veía Adán no estaba este blog,el suyo, asi que siga escribiendo che, que está muy bueno.
Ah, me dijo también, que si Adán se tiraba El - que todo lo sabe- tenía listo un "plan B":
Eva ya estaba embarazada...
Demuestra como terminamos siendo seducidos or una mujer... siempre siempre... por qué será???
Solidarizo con Abujandra y Sonia, Me pregunto cómo habrían sido las cosas si el fruto prohibido hubiera sido un asado a la parrilla... jejeje
Excelente texto Neto, como siempre.
Abrazo
Evangelina
Neto, excelente este cuento! No se porque creí que ya te había comentado y ahora veo que no. Mis disculpas. Lo leí en silencio hace unos días, y no quería dejar de felicitarte! Un abrazo
Don Alvarez, ud dice? Un abrazo!
Dieguito, claro que si. La culpa no fue de Adán, es la lectura exacta del texto, sino de la raza humana entera. Saludos!
Abrujandra, y entonces donde quedaría lo divertido de la ficción?
Carla, muchas gracias!
Sil, muchas gracias. Cuídese, saludos!!
Lauri, bienvenida! No me eches la culpa de lo que encontrás en su blog, alego demencia! Ja. Si, tal cual, nos vamos repitiendo, sin dudas. El título apunta a eso, a los errores del hombre y no a querer achacar a Eva la destrucción del mundo ni a Adán su decisión de no tirarse. Eso es el escenario en el que quiero mostrar lo que hemos hecho a lo largo de la historia... y seguimos haciendo. Gracias!
Don Severi, gracias por lo de todo terreno. A veces me quedo un poco en el barro, pero me remolcan jaja. Un abrazo!
Sonia, muchas gracias. Pero no interpretes el cuento de la manera que Abrujandra, no es el mensaje que se quiere transmitir. Hacé una lectura despojándote de tu género femenino. Gracias, como siempre!!!
Don Mannelig, tenga piedad, el hombre debió haber creído en un milagro que nunca se dio: que pensemos nuestros actos. Saludos!
Felipe, lo del plan B no lo sabía. ¿Incluía una sandóa o fruta de mayor calibre? Ni quiero pensarlo!!!
Lisandro, es la naturaleza, nuestro destino como hombres. Un abrazo!
Evangelina, que lindo, un asado en el paraíso, el sueño de todo domingo al mediodía! Jaja. Ahí se enojaba Dios, porque le mataban una vaca o un lechoncito! Gracias por pasar siempre. Saludos!
Martín, muchas gracias! Seguridad te debe haber borrado el comentaro, jaja. También hay un Adán en tu blog, nos tienen rodeado che. Ja! Un abrazo!
De este relato sí, pero en opinión, no.
Besotes.
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