Si alguna vez me pusiera a pensar que cuando te saludo, puede ser el último saludo, que cuando conversamos puede ser la última vez que escuche tu voz, si tan solo me pusiera a reflexionar... no dejaría jamás de hablar contigo.
Sufro en silencio, a la distancia, sin poder contar las horas, sin más lágrimas por derramar.
Me aferro a tu voz, a tus ganas, a tus fuerzas. Me aferro a tu corazón, dejando el mío en el esfuerzo.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 8 horas.
6 comentarios:
Cuántas veces nos asa, Neto, lo que acaba de describir soberanamente.
Si uno puede seleccionar la temática para el llanto sin faltarle nunca ni equivocarse jamás.
Neto, pásese por el blog que hay un regalito para ud. Eso sí, no me azote por esto...
aferrate así al tuyo, de esa forma, y lo tendrás todo.
Bien me quedare con esta reflexion para la vida y me llevo el link para visitaros más seguido vale :)
muchos besos y abrazos etéreos
como si faltasen motivos para llorar, no?...sin excusas sin grandes preambulos las lagrimas se encargan de primerear y dar paso a esos llantos cautivos de vaya a saber que...bonito post!
Voy a reflexionar todo el día, talentoso escritor, porque me paso la vida llorando (don Oso sabe)...
Pero en el fondo, no soy tan patética...
Preciosa entrada.
ABRAZOS.
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