El tren pasa a metros de mis sueños, tirando con fuerza de los vagones cargados de ilusiones. El maquinista hacer sonar el pito de la locomotora cuando me ve y mueve su brazo encogido arriba y abajo, como si estuviera jalando una soga invisible.
El tren siguió su rumbo, dejando tras su paso el silencio roto, las vías vacías y el humo perdiéndose en el aire.
Es un punto en el horizonte, como mis metas. Volverá a pasar mañana y pasado, y cada día. Sin embargo me he acostumbrado a contemplarlo y resignarme a la complicidad de un maquinista ajeno a la verdad que distrae mi mirada y esconde mi alma.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 9 horas.
6 comentarios:
¡A la miércoles! No hay sangre ni muertes sorpresivas, ni siquiera el cuadro agobiante que ud. tan bien pinta. Sin embargo, pocos textos tan fuertes como este puñado de renglones que me ha hecho estremecer.
Una joya.
Muy bueno maestro, escribís muy bien, te encontré por un comentario tuyo en lo del oso, debo conocerte, soy de villa también, te pongo en un link para no perderte de vista. Un abrazo.
Sergio
Neto que bueno tener noticias tuyas, te cuento que ahora estoy con bastante tiempo libre asi que cuando quieras ponemos primera. Saludos.
un tren pasa, otro queda, otro nos lleva, trens, trenes y grandes historias que solo neto sabe contar, gracias hermano por compartir esto con nosotros desde la lejania!
abrazos!!!
Yo voy en trenes... (y sin embargo), no tengo donde ir... Parafraseando con Solari-Beillinson, y a modo de deseo del corazón, ojalá este verano podamos (y puedan) juntarnos (juntarse) otra vez.
En trenes no resulta, buscaré y aprovecharé la M (el 915 le dicen aquí) para ir hasta Finisterre.
Como siempre, me sorprende día a día tu capacidad, Ernes Wail. Abrazo.
Yo voy en trenes... (y sin embargo), no tengo donde ir... Parafraseando con Solari-Beillinson, y a modo de deseo del corazón, ojalá este verano podamos (y puedan) juntarnos (juntarse) otra vez.
En trenes no resulta, buscaré y aprovecharé la M (el 915 le dicen aquí) para ir hasta Finisterre.
Como siempre, me sorprende día a día tu capacidad, Ernes Wail. Abrazo.
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