Rojo a la mañana, ni bien sale el sol y la almohada aún me invita a seguir soñando.
Blanco al mediodía, mientras el televisor me acompaña en silencio a la espera del almuerzo.
Por la tarde, es azul. Tras la ventana se despliega el cielo y más alla, el pueblo cercano, a su vez tan lejano.
Cuando obscurece, es verde. Con agua y antes de la cena. Todos ríen, yo también. Ha sido otro día en la vida.
Otra vez en la cama, arropado, con sueño, esperando el último antes de dormir. Otra vez blanco, pero con una línea azul justo en la mitad. Me ayuda a cerrar los ojos y decir adiós.
En el hospicio los colores son mis amigos y sin ellos mis días serían de miedos y en las noches, durante mis sueños, atacarían como un pirata en ultramar.
Desvanecer, en paz, en silencio. Y de repente, negro.
La Gardenia.
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Nunca había tenido en mis manos una flor de Gardenia, ni imagine que esa
simple flor me llevaría por caminos filosóficos en los que nunca había
tr...
Hace 1 día.
4 comentarios:
cuando los colores simplemente saben representar el ciclo de nuestras vidas, el paso por este planeta...
Coloreando la metamorfosis de un dia cualquiera....
Paseaba. Un saludo
Neto!, hace rato no pasaba. Muy bueno como siempre!
A muchos internos en nuestros propios hospicios nos ayudan los colores...
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