Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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14 de noviembre de 2018

La sala de espera


ph Colo Cossy + txt Netomancia


- ¿Señor, es su hija?
- Si
- ¿Está solo?
- Si. No… mi esposa viene en camino. Ella estaba de viaje, pero ahora… bueno, está viniendo.
- Cuénteme qué pasó.
- ¿Cómo está ella?
- Sedada. Necesitamos saber cómo empezó.
- Es que… fue todo muy rápido.
- Trate de recordar todo lo que pueda.
- Estábamos en el shopping. Todos los sábados vamos. Todos los que podemos. Hoy no íbamos a ir. Al menos ayer habíamos dicho de no ir. Pero ella se levantó con ganas y al final fuimos. Usted ya la vio… pobrecita, perdió todo el cabello muy pronto, al mes nomás de empezar con el tratamiento. No siempre tiene fuerzas. Y cuando las tiene, quiere aprovechar. Por eso fuimos. Nos levantamos temprano, desayunamos y nos fuimos a tomar el colectivo. El auto lo tiene mi esposa, que tuvo que salir anoche de urgencia porque su mamá se descompensó en el pueblito donde vive. Así que la salida también servía un poco para que ella no pensara en su abuela. Porque le tuvimos que decir, no se pueden ocultar estas cosas. Ir al shopping pareció en definitiva una buena idea. Llegamos a media mañana. Le compré un helado de agua, no muy costoso. Paseamos, miramos vidrieras, ella me iba diciendo todas las cosas que le gustaban para mí, para la madre… nunca elige nada para ella ¿sabe? Nunca. Piensa siempre en los demás, tiene un corazón enorme. A mi se me parte el alma, verla así, sabiendo que… y ella tan buena, tan noble. Me hace sentir tan orgulloso. A veces me la imagino mayor, haciendo cosas por los demás… disculpe, no puedo evitarlo. Ella… me dijo que estaba cansada. Es habitual, es el momento de descansar un poco, así que caminamos hacia la casa de comidas rápidas que prepara platos vegetarianos, que tanto le gustan. Estábamos en el segundo piso, así que bajamos por la escalera mecánica. Fue donde sucedió.
- ¿En la escalera?
- Si, si. Es lo último que recuerdo. Después… después son todas imágenes confusas.
- ¿Qué recuerda en la escalera?
- Mientras bajábamos podíamos ver que había una cola bastante larga en el lugar al que íbamos. Y más allá, en las mesas, varias familias comiendo, con niños y niñas correteando de un lado a otro. Mi hija me sostenía la mano. Siempre vamos de la mano. Además, es una cuestión de seguridad. Por las dudas que se caiga, que tropiece, no sé, le pueden pasar mil cosas. Siento que si la sostengo de la mano, puedo ayudarla de inmediato. Pero… ella me soltó la mano. Primero sentí que temblaba y enseguida se soltó. Alcancé a verla abrir los brazos en cruz y mirar hacia arriba, hacia el techo vidriado del shopping. Y entonces…
- ¿Entonces?
- Cayó el rayo. O lo que haya sido. Una luz blanca, potente, cegadora. Una especie de haz gigantesco, algo muy difícil de explicar. Cayó verticalmente encima de ella, sin emitir sonido alguno. Podría decir que absorbió todos los demás sonidos. Fue un instante, una fracción de segundo. Y luego, no recuerdo nada más. Solo despertar en una camilla, esperar que me revisaran, que me dijeran que no tenía nada y que me sentara a esperar en esta sala. ¿Esperar qué? le pregunté al enfermero, tal era mi aturdimiento. Y me dice: “a su hija, la niña que llegó con usted”. Y ahí recordé todo lo que le he contado, casi de manera instantánea, como si alguien hubiera descorrido un velo delante de mis ojos. Fue cuando le pedí al enfermero que por favor le diera aviso a mi esposa, porque mi teléfono está sin señal.
- ¿No sabe ni siquiera cómo llegó a la ambulancia o lo que pasó en el shopping?
- No. Me imagino que ha sido una descarga eléctrica, algún cable que cayó sobre ella.
- ¿Alcanzó a ver los cuerpos?
- ¿De quién?
- Los que estaban por doquier.
- No sé de qué me habla.
- Hubo una explosión, señor. En el shopping. Usted y su hija son los únicos sobrevivientes. Usted sin un rasguño, su hija en estado catatónico. Alrededor de dónde los encontramos, aún respirando, había centenares de cuerpos sin vida.
- Oh, por Dios, toda esa gente…
- No, los cuerpos de las personas que estaban en el shopping en el momento del evento, aún no han sido encontrados.
- No comprendo…
- Los cuerpos que encontramos, son de personas fallecidas hace poco tiempo. Aparecieron por doquier. Hemos comprobado en algunos casos que faltan en sus tumbas y nichos. En cambio, no hemos podido dar con el paradero de las personas que según las cámaras de seguridad, estaban en el shopping este mediodía. Reitero la pregunta, señor. ¿Recuerda algo más de lo sucedido en la escalera?
- No… no entiendo. Mi memoria está en blanco, solo la luz y… ¿cuál es su nombre doctor, no lo recuerdo?
- No soy doctor. Y no está en un hospital. Quédese en esta sala y trate de recordar.
- ¿Pero qué…? Ya le dije, la luz y…
- Lo que sea.
- ¿Y mi hija? ¿Puedo verla?
- Seguirá sedada, hasta que recobre el conocimiento. De momento, no. No podrá verla
- ¿Y qué hago mientras tanto? ¿Cómo hago para recordar?
- Haga su mejor esfuerzo. Es la mejor respuesta que le puedo dar. Espere, y recuerde.
- ...
- Espere y recuerde...

2 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Que intrigante este relato.

Anónimo dijo...

Coincido. Muy bien narrado. Saludos