Versión con fondo blanco, para ojos sensibles

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18 de julio de 2010

Un algo

Hay alguien en la ciudad que nos domina a todos. Pensándolo bien, puede que sea algo y no alguien. He descubierto que solo en pequeños pasajes de la noche, ese algo se ausenta unos pocos minutos, los suficientes como para que me anime a garabatear este texto. Pero para ello me he propuesto algo peligroso, pues es importante que eso no sepa lo que estoy haciendo. No debo dejar pistas, ni tampoco me debe encontrar despierto, pues sabría que algo estoy tramando.
Anoche al notar que su presencia no estaba, busqué una cuchara y logré despegar un zócalo de la pared. Casi me descubre, pero al notar que estaba regresando (es una sensación muy extraña, no podría explicarlo) arrojé lejos la cuchara y coloqué en su lugar el zócalo. Debía estar dormido y había pensado en ello. Soy diabético, por lo que la presencia de agujas en mi mesa de luz es algo natural, debido a mi dependencia a la insulina.
Pero esta vez tenía dos dosis distintas, una con insulina y la otra con un anestésico. Me lo inyecté de inmediato y...

Casi me sorprende otra vez. Pero usé la misma técnica que estaba explicando. Me inyecté el anestésico y a los pocos segundos estaba dormido otra vez. Claro que entonces no tengo oportunidad de darme cuenta cuando desaparece nuevamente, pues la dosis si bien no es muy alta, logra vencerme por cuatro o cinco horas.
Mi deseo es lograr enviar este texto a alguien fuera de la ciudad. Si lo que aquí sucede llegase a las manos correctas, podríamos recibir ayuda.
Pero hay otro problema, creo ser el único en la ciudad que sabe que algo nos domina. ¿Se preguntarán que cómo es que...

Sigo. Seré breve esta vez, pues tardé en percatarme que no estaba. Les decía anoche que se preguntarán que cómo es que yo lo se y los demás no. Es sencillo. Tengo un sentido extrasensorial muy particular. Desde pequeños he visto figuras que otros no, hablado con voces que nadie escuchaba y ante todo, he tenido revelaciones en sueños que luego, como si me fuesen profetizadas se cumplieron en la realidad.
Ese algo...

Ese algo no debe poner sus ojos en mi existencia, debo seguir siendo un ciudadano más, que ignora lo que sucede. Este conocimiento me obliga a sopesar las decisiones, pues si bien actúo con desconocimiento, es solo parte de una ficción. El verdadero ser que soy está atento a la realidad, que no es la que se nos presenta, sino otra, muy bien enmascarada por ese algo y puesta lejos de nuestro alcance.
La dominación de la que somos víctimas es aberrante. Nos vuelve seres egoístas, dañinos, indiferentes. Odiamos al prójimo, no ayudamos a nadie, ignoramos al necesitado, discriminamos, tenemos....

Anoche me terminé lastimando con la aguja, pero estoy bien, al menos pude inyectarme. Creo que necesitaría las noches de todo un mes para describir lo que somos por culpa de ese algo. Es horrible, la realidad en la que nos envuelve es intolerable, sin embargo la respiramos como si nada. Somos seres ausentes que sin embargo convivimos y actuamos como si todo estuviera bien. Me asusta pensar que nadie se da cuenta de la maldad, de la falta de solidaridad, de la forma en la que nos pisotean los que nos gobiernan, de cómo ese algo nos obliga a lastimarnos entre nosotros, a quitarnos lo poco que tenemos. El solo pensarlo...

Creo que me descubrió. De todos modos durante el día no me ha pasado nada y he logrado dormir dos horas bien. Anoche quería dejar escrito que el solo pensarlo me replantea la vida misma. He intentado mirar a otros a los ojos, buscando la forma de comunicarme a través de ellos, de transmitirles de alguna forma sensorial lo que les estoy dejando en este texto, tras un zócalo de mi habitación. Pero nadie escucha. Todos están apurados, ajenos a la necesidad del otro. Temo hablar abiertamente. Ese...

Ese algo controla muy bien a la sociedad. La gente con la que tengo contacto apenas si me habla. No creo estar a salvo en esta habitación, ni de día ni de noche, por más atento que esté a la presencia de ese algo. Pero tampoco puedo escapar. No tengo alternativas. La única esperanza sobrevive en este papel, ya arrugado, pero portador de la verdad. Creo que el anestésico que me estoy colocando me está haciendo mal. Noto lividez en la piel y cansancio al escribir, pero...

Hoy busqué mis dosis y no estaban. Me estoy arriesgando al estar despierto y escribiendo. Cuando note su presencia, deberé esconder todo y simular que duermo. Se que puedo hacerlo, pero tengo temor, no lo voy a ocultar. Puede que esta sea la última noche. Puede que ya no vuelva a este papel. Si es así, solo me queda rezar para que de alguna forma este papel salga de la ciudad y llegue a buenas manos. Porque....


Encontré este papel durante la cuarta noche en el pabellón cinco del psiquiátrico de la ciudad. No podía dormir y algo hizo que me fijara en el zócalo flojo de la pared. Leí detenidamente el texto y me asaltó el pavor. ¿Acaso no describe a nuestra sociedad? ¿Al proceder general del ser humano?
Podría acercarme a la puerta y pedir a gritos por un doctor, explicarles lo que he encontrado y exigirles que me digan quién estuvo antes aquí. Pero nadie le hace caso a un demente, por más verdad que posea. Dudo que lo hayan dejado tener agujas aquí, lo más probable que todo fuese producto de la imaginación. ¿Acaso no estamos aquí por algo?
Añado estas líneas para luego guardar el papel en su lugar. Si realmente hay algo que nos hace así, mejor no pensar en ello. Demasiado problemas ya tiene uno.
Si acaso estás leyendo estas palabras es que tampoco has logrado encajar en el mundo fuera de estas paredes. Quizá estemos mejor aquí, no lo se. Al menos, en este lugar, lo único que nos domina es la soledad. Al menos por ahora. Se que tarde o temprano las alucinaciones vendrán por mi.

7 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

He llegado la prime!!!La diferencia horaria, será.
Confieso que me he quedado pegada a la silla durante un rato, hipnotizada por el texto, uf, que locos mas lúcidos los de ese siquiátrico...¿o será ese el mundo real y el siquiátrico lo que está afuera y por eso lo vallaron con una cerca...?
Un buen análisis de la sociedad y de lo que produce en la mente de todos nosotros.
Felicidades Neto.
Abrazos!!!

mariarosa dijo...

¿Somos así?
Quién te dice que ese enfermo no lo es tanto y que el ente que lo persigue sean los miedos, nuestros miedos que nos persiguen y nos asaltan de noche como figuras de espanto.
Por cierto ¿dónde se está seguro?
......no lo se.


Muy buen texto.

mariarosa

SIL dijo...

En qué cornisa nos has puesto a caminar para comentar el texto...
Ese algo debiera tener varios nombres.
¿ Todos los males del ser humano?
Está excelentemente narrado.
La locura y la cordura se mezclan con maestría, la de siempre.

Otro texto de lujo, Netuzz.

Un abrazo grande.


SIL

Felipe R. Avila dijo...

Excelente,Neto!

Esa cadena de desquiciados-sabios...

...Ese "algo" tan real si uno ve como andamos por el mundo...

No, claro que no existe.
"Y sin embargo,se mueve"(Galileo).

Don Belce dijo...

Los locos no inventamos, vemos más allá de lo que el resto puede, pero usted ya lo dijo, lo mejor es hacerse el salame y que todo siga como si nada...
Un capo ud Neto!

Felíz día amigo!

Anónimo dijo...

Hola! Con motivo del segundo aniversario de nuestro blog, queremos regalarte un presente. Pasa a buscarlo al blog del Taller.

Netomancia dijo...

A todos, muchísimas gracias por los comentarios. Les pido mil perdones por la demora en contestar, he estado con varias actividades entre manos en lo personal que me quitaron el tiempo que le doy habitualmente al blog.
De todas formas, leo sus comentarios y les agradezco.