Acabo de morir, lo sé.
Lo acabo de ver en tus ojos.
Cierro los míos y evoco tu imagen: Giraste y te fuiste.
Y yo quedé aquí.
Y el dolor se instaló en los dos. Porque eso se comparte.
Me siento muerto, no sé como te sentirás vos.
Caigo de rodillas y me largo a llorar.
Solo ruego que vuelvas, pues sólo tus manos podrán asir mis hombros y levantarme.
En tanto, seré nada.
Un pueblo, allá lejos.
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La rutina de ir a la plaza, sentarme a escribir o dibujar se había
convertido en una necesidad.
Yo había llegado a ese pueblo en busca de paz y e...
Hace 6 días.